UNVIME: una universidad de la Edad Media en pleno siglo XXI

En pleno siglo XXI y a 100 años de la Reforma Universitaria de 1918, la Universidad Nacional de Villa Mercedes, en dicha localidad de la provincia de San Luis,  se ha convertido en una institución con estructuras de poder medievales.

David Rivarola asumió como Rector interventor en diciembre de 2017, por decreto presidencial de Mauricio Macri, quien se la entregó como moneda de cambio a la Alianza Cambiemos de la provincia. El rector en cuestión es un hombre de confianza de José Ricardo, actualmente Diputado Nacional por la alianza UCR-PRO y presidente de la Comisión de Educación del Congreso. Rivarola ha manejado las arcas de esta Universidad Pública con aires de monarca, y pretende perpetuar sus “superpoderes” a través del Estatuto Universitario de la UNVIME, recientemente presentado por su gestión y aprobado por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, del mismo signo político por supuesto.

Es importante aclarar que la UNVIME es una universidad creada en el 2013, con el fin de democratizar el derecho a la Educacion Superior, y desde allí espera ser normalizada, lo que significa, entre otras cosas, elegir autónomamente sus autoridades y conformar sus órganos de cogobierno. Desde ese momento, su Comunidad Universitaria y la comunidad en general, ha trabajado y luchado por su desarrollo. Esa misma comunidad – docentes, estudiantes, nodocentes y graduados – y sus instancias de representación – gremios docentes, nodocente y Federación Estudiantil y Centros de Estudiantes – no fue consultada en lo más mínimo para la escritura del Estatuto en cuestión, el cual fue publicado en el Boletín Oficial en el más absoluto silencio, y sabemos que todo lo que se hace de esta manera, tiene olor a podrido.

Muchas son las razones por las cuales este estatuto se realizó a espaldas de toda la comunidad. El primer punto, son las disposiciones necesarias para que un o una docente pueda acceder a ser candidato/a a Rector de la Unvime. El Art. 61 reza: “Para ser designado Rector o Vicerrector se requiere ser ciudadano argentino, tener por lo menos treinta años de edad, poseer título universitario reconocido con al menos 10 años transcurridos desde la obtención del título de grado, ser o haber sido profesor ordinario o efectivo universitario por concurso público, abierto de antecedentes y oposición de una Universidad Nacional (…)”. ¿Dónde está el problema? Los posibles candidatos se cuentan con los dedos de una mano, ya que por paritaria local – y dentro de la reglamentación del Convenio Colectivo de Trabajo docente – la mayoría de los docentes con antigüedad dentro de la UNVIME – cerca de 100 – rindieron sus concursos cerrados para efectivizar los cargos que durante años desarrollaron en calidad de interinos. Es decir, solo los docentes que son efectivos en otras Universidades pueden ser candidatos, eliminando el derecho a postularse a cargos de autoridad a docentes de la casa, que trabajaron arduamente para poner en marcha y desarrollar una Universidad que hoy tiene una oferta de mas de 15 carreras incluida Medicina.

Lo que agrega gravedad es que detrás de dicho artículo se esconde un concepto sobre los y las docentes de nuestra Universidad, que se escucha seguido en los pasillos de parte de Rivarola y su séquito: “en la UNVIME hay docentes de primera y docentes de segunda, o “de cuarta”, poniendo en tela de juicio la capacidad de docentes que rindieron sus cargos frente a jurados externos y demostraron idoneidad para los cargos que hoy ocupan.

Y esto no es todo, hay más. Según el Estatuto, los claustros habilitados para elegir sus autoridades y conformar sus órganos cogobernados son tres: los graduados fueron borrados del mapa por Rivarola, negando un derecho conquistado en 1918 (!!!). Los y las graduadas hacen un aporte invaluable a las Universidades, ya que traen la voz de la comunidad y del mundo laboral, en el debate sobre qué profesionales necesitan nuestras comunidades. La UNVIME cuenta con graduados y graduadas que hace años participan activamente en la Universidad, y que Rivarola ha desconocido y pisoteado sus iniciativas, haciendo renunciar recientemente a la Coordinadora del Observatorio de Graduados para poner en su lugar a una persona de su séquito.

Y esto sigue. Los y las trabajadoras nodocentes conformarían el Consejo Superior pero fueron eliminados de los Consejos de las Escuelas, siendo una pieza clave del desarrollo de nuestras universidades y habiendo ganado su lugar con luchas históricas. Además, la ponderación del claustro, al igual que la del claustro estudiantil son muy bajas, llegando la ponderación docente al 72%; está claro que el cogobierno con esos porcentajes sería solo una fachada.

Frente a esta situación de irregularidades, pisoteo de derechos conquistados y silencios cómplices de un rector que se cree monarca y su séquito, las federaciones que agrupan las entidades gremiales y agrupaciones estudiantiles nacionales han mostrado su preocupación y acompañarían una posible presentación judicial de impugnación del Estatuto ante la Justicia Federal que realizarían distintos sectores de la UNVIME.

Exigimos desde diferentes sectores la posibilidad de discutir y definir el Estatuto con participación de todos los claustros y la comunidad en general, para lograr de una vez por todas el llamado a elecciones que democratice nuestra casa, pero bajo principios reformistas y democráticos.

El llamado a elecciones según las disposiciones del Estatuto en cuestión solo tiene un objetivo: la perpetuación en el poder de un Rector interventor que se cree monarca y que intenta seguir utilizando la UNVIME para sus apetencias personales y las de la Alianza Cambiemos. Si logran salirse con la suya, tendremos una Universidad de la Edad media en pleno siglo XXI, con una participación negada de toda su comunidad, que ha dado y sigue dando mucho, apostando al crecimiento de una Universidad Pública que hizo posible el sueño de estudiar a miles de personas.

Fuente: UNVIME