Universidades con Francisco
Con la representación de Federico Montero, la Federación Nacional de Docentes Univesitarixs (CONADU) participó de un encuentro con el Papa Francisco en Roma, junto a 216 rectoras y rectores.
Bajo el título “Organizar la esperanza”, el Papa Francisco encabezó en el Vaticano un encuentro de universidades de América Latina, organizado por la Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común (RUC) y la Pontificia Comisión para América. Fueron parte 216 universidades públicas y privadas de la región, que en su conjunto representan a millones de estudiantes, trabajadores docentes y no docentes.
Invitado por la Pontificia Comisión para América Latina, Federico Montero, Secretario de Organización de CONADU, integró la comitiva que tuvo como principal objetivo poner en común un diagnóstico y una propuesta de acción desde las universidades frente al complejo escenario que atraviesan nuestros países, en el marco de lo que Francisco ha denominado “crisis socio ambiental”.
Montero coordinó una de las comisiones de trabajo con más de 50 rectores y rectoras. Y, junto a Emilce Cuda —Secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina—, le entregó a Francisco dos juegos de láminas del artista plástico Raúl Pané. Uno de ellos alusivo a los Patriotas Latinoamericanos y otro en conmemoración de la Gratuidad Universitaria declarada en 1949. También compartió con Francisco material sobre la campaña «La universidad pública cambia vidas» que Conadu viene llevando adelante.
«Vivimos tiempos de transformaciones y desafíos, atravesados por profundas desigualdades. La convocatoria de Francisco a las universidades de la región apunta a revincular la producción de conocimiento y la enseñanza con las realidades de nuestros pueblos. Siguiendo lo planteado en Fratelli Tutti, Francisco nos instó a seguir aportando a la organización y a la política», declaró Montero.
Durante más de dos horas de audiencia, los y las educadoras plantearon diversas preocupaciones: cambio climático, migraciones y la cultura del despilfarro, entre otras. Francisco instó a ser creativos en la formación de los y las jóvenes a partir de las realidades y desafíos actuales, y lamentó la existencia de una cultura del descarte: “La cultura del usa y tira es una cultura de usar mal los bienes naturales, de no acompañar a la naturaleza a un desarrollo de plenitud y no dejarla vivir. Esta cultura del descarte nos hace daño a todos”.
En la misma línea, Francisco hizo alusión a una “cultura regenerativa” y la identificó como fruto “de una crisis económica que no siempre está al servicio del desarrollo de los más necesitados. Yo diría a veces, o tantas veces no está al servicio del desarrollo de todos y crea más necesitados. Es una cultura de la expropiación, todos tenemos derecho al uso de la naturaleza para el bien de todos (…) Los descartados, los descastados, son hombres y mujeres, pueblos enteros que dejamos en el camino como basura. Tenemos que tomar conciencia, que la riqueza de la naturaleza la usamos solamente para pequeños grupos a través de teorías socioeconómicas que no integran la naturaleza”.
El Papa convocó a las universidades a crear redes para tomar conciencia: “Ustedes usan una frase muy linda que es organizar la esperanza. Recuperar y organizar la esperanza. Y no pueden dejar de considerar a esta ecología integral, a esta dimensión de que los jóvenes de hoy tienen derecho a un cosmos equilibrado, y tienen derecho a esperar y nosotros tenemos que ayudarles a organizar esa esperanza, a tomar decisiones muy serias desde este punto”.
Para ayudar a los jóvenes a organizar la esperanza, Francisco invitó a los rectores de las universidades a promover una formación con valores humanistas y diálogo fraterno a través del ingreso a la política, entendida como una vocación noble.
“No olvidemos que la vocación más noble de la persona humana es la política. Formar a nuestros jóvenes para que sean políticos, en el sentido más amplio de la palabra. No solo para que actúen en un partido político, sino que tengan una apertura política y que sepan dialogar con los grupos políticos con madurez. La política no es una enfermedad. A mi juicio es la vocación más noble en una sociedad, porque es la que lleva adelante los procesos de desarrollo”, manifestó el Pontífice.
Para Montero, la convocatoria reafirma el compromiso como trabajadoras y trabajadores de las universidades en momentos en que parece haber un nuevo embate en materia de mercantilización de la Educación Superior en nuestro país y en la región: «Estamos muy contentos y movilizados por este encuentro en el Vaticano. Vamos a seguir trabajando en el camino de posicionar a las universidades como protagonistas del debate público y a profundizar el Derecho a la Universidad como un derecho colectivo desde una perspectiva regional».