«Memoria, Verdad y Justicia», el primer encuentro del ciclo de conversatorios “40 años de democracia. Luchas, conquistas y debates desde la perspectiva del sindicalismo universitario”
Con el primer encuentro titulado “Memoria, Verdad y Justicia” dio inicio “40 años de democracia. Luchas, conquistas y debates desde la perspectiva del sindicalismo universitario”, un ciclo de conversaciones organizado por CONADU para revisar y reflexionar las cuatro décadas de democracia desde la mirada de los y las docentes universitarios/as sindicalizados/as.
Carlos De Feo, Secretario General de CONADU, abrió la jornada: “En un año especialmente difícil, nos parece fundamental generar espacios de discusión sobre temas que han tenido que ver con los últimos 40 años. Deudas que no se han saldado, cosas que quedan por aparecer, cosas que aparecieron y no vimos al principio de la democracia. Un cúmulo de cuestiones que hacen a la vida de un país y de una nación. Es necesario construir una nueva utopía, nuevas ansias de libertad y de un país libre, justo y soberano”.
Como uno de los impulsores del ciclo, Damián Loreti moderó las exposiciones de Guadalupe Godoy, Directora de Políticas de Memorias y Reparación Histórica de la Universidad Nacional de La Plata y abogada querellante en causas de Lesa Humanidad; de Carolina Varsky, Subsecretaria de Programas Especiales Contra las Violencias por Razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación; y de Luis Rafaghelli, ex juez de la cámara de apelaciones nacional del Trabajo.
“Parece que hay temas que están resueltos desde el 10 de diciembre de 1983 y no fue así. Vamos a dedicar este primer conversatorio a algo vinculado a memoria, verdad y justicia pero no desde la perspectiva más común, sino que buscamos a personas que han tenido protagonismo cierto en el proceso de lucha contra la impunidad”, señaló Loreti.
A su turno, Guadalupe Godoy compartió con el público, presente en el auditorio de la Federación y con aquellos y aquellas que siguieron la charla por zoom, su experiencia como abogada querellante en causas de lesa humanidad y la manera en que como pueblo fuimos construyendo sentidos en torno a la dictadura.
“Uno de los sentidos fue poder ver la amplitud enorme que tuvo y que tiene el movimiento de derechos humanos en Argentina. Por otro lado, esa escena judicial permitió que por primera vez hubiera una representación del movimiento de derechos humanos. Hasta ese momento, la voz siempre había estado afuera, en el reclamo de las calles. Pero entonces empezaron a aparecer las querellas y nos permitió empezar a tener nuestras propias estrategias”, explicó Godoy.
Y continuó: “Esa etapa, además, sirvió para expresar un discurso de memoria de la dictadura que era más bien subterráneo y que tenía que ver con pensar en términos de terrorismo de Estado y no en la teoría de los dos demonios. Así es que, como movimiento de derechos humanos, entendimos que la escena judicial es una escena privilegiada para disputar sentidos en torno a la dictadura. Podríamos decir que vamos a buscar condenas, pero creo que vamos a mucho más que eso”.
Sobre las prácticas judiciales se manifestó Carolina Varsky, abogada querellante por el CELS en los juicios por crímenes de lesa humanidad: “Nosotras estábamos muy conmocionadas con los relatos y con el convencimiento de que había que preparar a los y las testigos, en el sentido de explicarles cuestiones logísticas y que era un momento distinto por lo tanto sus relatos podían ser mucho más ricos sin entrar en el morbo. Y que esas personas supieran además que nosotras íbamos a estar al lado para hacer frente a alguna pregunta indiscreta que pudiera hacer el Tribunal. Es decir, tuvimos que preparar el espacio y esas fueron prácticas judiciales distintas porque antes los abogados consideraban casi una violación a una norma hablar con el testigo. Nosotras fuimos mostrando que eso no estaba mal porque no afectaba la verdad”.
Asimismo, Varsky enmarcó en el contexto político: “Además de la lucha del movimiento de derechos humanos, esto fue posible porque fue una política de Estado. Néstor Kirchner en el año 2003, cuando plantea la inconstitucionalidad de las leyes, empieza una política, que después siguió Cristina, de fortalecer los espacios dentro de cada Ministerio para que todos se involucraran en averiguar la verdad de lo ocurrido. Para eso se armaron equipos de trabajo dentro del Ministerio de Defensa, dentro del Ministerio de Seguridad, dentro de la Cancillería… unidades de búsqueda que trabajaban justamente en ver qué había de la dictadura en función de requerimientos de la justicia”.
Finalmente, Luis Rafaghelli habló sobre cómo la imprescriptibilidad lleva de la acción penal a la acción civil: “El tema teórico es ver si la imprescriptibilidad de la acción penal que no se discute en el mundo tiene esa misma naturaleza en la acción civil. O sea, en la acción resarcitoria, reparatoria de las víctimas de los delitos de lesa humanidad”.
Para Rafaghelli lo vivido y aprendido en el pasado tiene fuerza hacia adelante: “Me parece muy importante poder reflexionar sobre todo lo que se ha trabajado, se ha militado y se ha hecho desde la recuperación democrática por memoria, verdad y justicia para que nos queden enseñanzas y avances, sobre todo para la militancia joven y las nuevas generaciones”.
“40 años de democracia: Ciclo de conversatorio sobre luchas, conquistas y debates desde la perspectiva del sindicalismo universitario” está pensado a partir de ejes temáticos que se desarrollarán una vez por mes con la participación de distintos invitados e invitadas.