CONADU participó de la Primera Conferencia Mundial de la Mujer de la IE

Yamile Socolovsky, Coordinadora General del IEC-CONADU, y Verónica Bethencourt, Secretaria General de ADULP, participaron de la Primera Conferencia Mundial de la Mujer, En Camino hacia la igualdad, convocada por la Internacional de la Educación (IE), que se realizó del 20 al 23 de enero en Bangkok, Tailandia. La conferencia fue precedida por una reunión de las Redes Regionales de Mujeres de la IE, en la que la Red de Trabajadoras de la Educación de la Internacional de la Educación para América Latina (IEAL) tuvo oportunidad de compartir su balance con las trabajadoras de la educación de Asia, África, Norteamérica y Europa.

La Conferencia consistió en la realización de varias sesiones plenarias y una serie de talleres específicos, uno de los cuales fue coordinado por Yamile Socolovsky. En este taller se realizó una caracterización de la situación y las tendencias presentes en los sistemas de educación superior en América Latina, y se proyectaron algunos datos preliminares que describen la situación de las mujeres argentinas en el mercado laboral, en la universidad, y en los sindicatos. A partir de estos elementos, se concluyó en la necesidad de incorporar la perspectiva de género en el desarrollo del proyecto de investigación y de las estrategias de organización sindical de la docencia universitaria que CONADU impulsa en el marco de la IEAL, en particular en la discusión de las actuales condiciones de trabajo en el ámbito académico.

Se trató de la primera Conferencia de la IE sobre esta temática, con el objetivo de informar, estimular y avanzar por medios colectivos en la igualdad de género y la diversidad, tanto en los sindicatos, como en la educación y en la sociedad en su conjunto. Desde CONADU se destacó la importancia del encuentro, como «una oportunidad para que las compañeras sindicalistas docentes de todo el mundo pudiéramos intercambiar experiencias y puntos  de vista sobre una problemática que compete especialmente a las organizaciones de la docencia, en la medida en que la educación constituye un ámbito privilegiado en la disputa por las representaciones que condicionan las posibilidades de avanzar hacia la emancipación de la mujer, y en tanto las oportunidades educativas son un índice relevante de las desigualdades sociales existentes. La Conferencia brindó un marco en el que fue importante poder plantear, desde la Red de Trabajadoras de la Educación de América Latina, la necesidad de abordar la problemática de género desde una perspectiva de clase, y de politizar la participación de las compañeras en las organizaciones sindicales, a cuyo fortalecimiento debe apuntar el quehacer de las Redes«.

Las organizadoras plantearon desde el documento inicial la decisión de enmarcar los debates en “el contexto imperante de crisis mundial, recesión financiera y económica, seguridad alimentaria y cambio climático”, incluyendo un análisis de su impacto sobre la situación de las mujeres, que acrecienta el desafío de lograr la igualdad de género. La Red de Trabajadoras de la Educación de América Latina encuadró este debate en la dinámica propia del proceso político regional. En este aspecto, Socolovsky señaló que «la participación de las compañeras de América Latina fue unánime en la necesidad de tomar en cuenta que en nuestra región la resistencia al proyecto neoliberal ha conducido a una etapa política distinta, en la que algunos gobiernos están implementando políticas que, aún con dificultades y limitaciones, están logrando niveles crecientes de inclusión social y señalan un rumbo alternativo, planteando a las organizaciones sindicales el desafío de contribuir a la recuperación del Estado como instrumento al servicio del interés de las mayorías, capaz de oponer la voluntad democrática  al poder fáctico del mercado. Por eso nuestra delegación insistió en señalar que los sindicatos deben denunciar la responsabilidad de los grupos que concentran el poder económico en la generación de la crisis internacional, y enfatizaron la disputa por la orientación de la acción del Estado y las políticas públicas, como un elemento central en la definición de una estrategia de acción sindical que debe apuntar a lograr la redistribución de la riqueza como marco en el cual hay que situar la reivindicación igualitarista que sostenemos las trabajadoras«.