Solidaridad con el pueblo paraguayo y su proceso progresista
El “juicio político” que se pretende orquestar en Paraguay podría dar pie a un golpe de Estado orquestado desde la derecha que ve con preocupación los cambios, aunque iniciales, que se viven desde hace algunos años en Paraguay.
El gobierno de Fernando Lugo, de amplia participación popular y democrática que asumió en 2008 y termina mandato en 2013, enfrenta un juicio político montado desde la derecha por recientes enfrentamientos entre policías y campesinos.
La derecha paraguaya está orquestando un golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo, que trata de maquillar mediante un juicio político en las cámaras legislativas, cuando quedan nueve meses para que Lugo concluya su período constitucional.
Le duele a esos sectores conservadores herederos en su gran mayoría del dictador Stroessner, el firme compromiso del presidente de Paraguay con las mayorías pobres y olvidadas del país, que durante siglos sólo han conocido los abusos y la explotación feroz de oligarcas y de militares a su servicio.
En estos momentos en que se pretende desestabilizar un gobierno democráticamente elegido por su pueblo, creemos importante la solidaridad internacional del movimiento sindical para erradicar intentos de golpe de Estado que, como hemos visto, aún no se extinguen en América Latina.
Todo indica que es urgente la movilización de los sectores populares paraguayos, y la solidaridad militante de los pueblos y gobiernos progresistas de América Latina, para frenar un nuevo golpe de Estado en América Latina, como el que ya sufrió nuestro pueblo hermano de Honduras y el intento en Ecuador.
Rechazamos cualquier intento de desestabilización de la institucionalidad democrática paraguaya, que culmine con el golpe de Estado y el derrocamiento del presidente legítimo de Paraguay, Fernando Lugo.
El Comité Regional de la Internacional de la Educación para América Latina reitera su compromiso por defender la institucionalidad democrática en América Latina, el Estado de derecho, el orden constitucional y el respeto a los derechos humanos y la legalidad del debido proceso constitucional como condiciones para el fortalecimiento de la democracia.
El Comité Regional de la Internacional de la Educación para América hace un llamado a las organizaciones afiliadas y fraternales de la Internacional de la Educación a que se solidaricen con el gobierno electo democráticamente en Paraguay y su pueblo.