SIN SINDICATOS NO HAY DEMOCRACIA

La Federación Nacional de Docentes Universitarios CONADU denuncia la campaña desplegada por sectores antidemocráticos a través del perverso dispositivo que instala y reproduce mentiras, calumnias e injurias en redes sociales y medios de comunicación, promoviendo discursos de odio y manifestaciones violentas dirigidas a referentes de las organizaciones sindicales y, en general, del movimiento popular.

El pasado fin de semana se difundió un video en el que una pasajera del vuelo LATAM que partía el 23 de noviembre de Santiago de Chile hacia Buenos Aires filmó a Roberto Baradel y a Yamile Socolovsky, quienes regresaban del Congreso Mundial de la Central Sindical Internacional realizado en Melbourne, Australia, en representación de la CTA de las Trabajadoras y los Trabajadores. Ese video, publicado y reproducido anónimamente en las redes sociales y replicado por algunos medios de comunicación, fue utilizado para agredir a Roberto Baradel, Secretario General de SUTEBA y Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA, con acusaciones falsas y replicando el gravísimo ataque contra su figura montado desde hace varios años por las usinas de la derecha.

La compañera Yamile Socolovsky, Secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU e integrante de la Mesa Nacional de la CTA, intervino para defender al compañero y para denunciar como una práctica antidemocrática de acoso la situación provocada en el avión por la pasajera resultó también objeto de los ataques, hostigada y amenazada en redes con discursos misóginos, machistas, racistas y antisemitas, que cuestionan como si fuera un delito su identificación como sindicalista, feminista y peronista.

Esta Federación se solidariza con el compañero Baradel y con la compañera Socolovsky, y, sin perjuicio de las acciones judiciales que se resuelvan iniciar en resguardo de su integridad, considera de la mayor importancia denunciar el carácter antidemocrático de estas prácticas, que buscan deslegitimar la actividad sindical estigmatizando a quienes cumplen una responsabilidad asignada por las trabajadoras y trabajadores que representan, con la evidente finalidad de despojar a la clase trabajadora de su capacidad de organizar sus demandas y su acción colectiva en defensa de derechos fundamentales.

La persecución a las organizaciones sindicales y sus dirigentes es una constante en la historia de la lucha de la clase trabajadora en todo el mundo. En nuestro país, la derecha y el poder económico han actualizado esa ofensiva una y otra vez, desplegando siempre instrumentos de deslegitimación social junto a formas extremas de la violencia, con el propósito de evitar la resistencia a sus proyectos de explotación y sometimiento de las mayorías.

Hoy esa estrategia se apoya en el uso de las redes sociales y los medios de comunicación para intentar manipular ideológicamente a las poblaciones y así erosionar el sistema democrático, construyendo un escenario en el que los discursos de odio habilitan manifestaciones intolerantes y violentas.

Alertamos a las trabajadoras y trabajadores sobre estas acciones y sus consecuencias. En el fortalecimiento de la organización y la conciencia política de los sectores populares reside nuestra capacidad de defender la democracia y nuestra esperanza de realizar para todas, todos y todes el derecho de vivir dignamente en una sociedad igualitaria, con libertad y justicia social.