Más de 30 mil universitarxs marcharon contra el ajuste del gobierno y el FMI
Más de 30 mil personas de la comunidad universitaria y científica se movilizaron hoy en unidad desde Congreso hasta Plaza de Mayo en una inmensa Marcha de Antorchas en defensa de la universidad pública, la ciencia, la tecnología y el salario. Las manifestaciones se replicaron a lo largo y ancho del país, en el marco de una jornada de lucha que busca instalar como prioridad en la agenda política el valor de la educación pública superior.
El Secretario General de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), Carlos De Feo, abrió el acto: “Más de 30 mil universitarios nos reunimos hoy para decirle NO al ajuste del gobierno, NO a la destrucción de la universidad y del sistema científico-tecnológico, NO a la destrucción del futuro de la Argentina, porque eso es lo que se busca cuando se desfinancia la educación superior. Son un gobierno anacrónico que pretende nuevamente llevarnos al siglo 19, exportando solamente productos sin manufacturar. En un país de 45 millones, ese modelo significa exclusión y miseria. Por eso marchamos, porque defender la ciencia, la tecnología y la universidad es defender el futuro de nuestra patria. El derecho a una universidad popular, abierta y democrática, sin aranceles ni restricciones NO se toca”.
El conflicto incluye a las 57 universidades nacionales en las que se desempeñan alrededor de 180 mil docentes investigadores. A su vez, la educación superior abarca la formación de casi dos millones de estudiantes, de los cuales el 80% cursa en las universidades públicas. Uno de los porcentajes más importantes de América en el aparato público estatal.
Federico Montero, Secretario de Organización de CONADU, hizo referencia a la importancia de la unidad: «Es un grado de unidad muy alto el que hemos logrado en esta marcha. Estuvieron presentes todos los sindicatos docentes de las universidades públicas, los sindicatos de los trabajadores no docentes, las federaciones estudiantiles, y los distintos colectivos de científicos y científicas del país. Esto demuestra que el reclamo no es sectorial sino que tiene que ver con la defensa de un modelo de universidad pública, que es ejemplo en el mundo”.
De Feo relacionó además la lucha docente con las luchas que viene dando el conjunto de los trabajadores y las trabajadoras: “Hoy estamos también todas las federaciones docentes universitarias unidas porque somos parte de la clase trabajadora, y por eso el 29 de mayo vamos a ir al Paro General. Porque se terminó el tiempo del saqueo, del robo, y comienza el tiempo que hemos construido en estos años de movilizaciones en todo el país. Vamos a decirle a este gobierno que tenga un resto de dignidad y no entregue una Argentina destruida el 10 de diciembre como pretende la rapiña de los buitres que están sentados en la Casa de Gobierno. Los trabajadores y las trabajadoras estamos organizados y movilizados para echarlos y vamos a defender un nuevo gobierno popular, que inicie un nuevo ciclo de bonanza para nuestro pueblo. Con empleo, con empresas que se abren, con escuelas que funcionan, con salud para todos. Vamos a pelear por una patria para todos, con justicia social, donde la economía esté al servicio de los intereses del pueblo, una patria soberana. El futuro es nuestro”.
La universidad marcha
Los grandes niveles de adhesión social y de confluencia en la lucha reflejan un conflicto de largo alcance que trasciende la paritaria salarial. La cuestión salarial se inscribe en una situación presupuestaria muy grave, que afecta las políticas inclusivas pero también el funcionamiento mismo de las universidades y de todo el sistema científico-tecnológico nacional.
Cabe recordar que los salarios a la baja de los y las docentes universitarixs (ver “Paritaria: nuevamente una oferta insuficiente y continúa el plan de lucha hacia la Marcha Universitaria de Antorchas”) se suman a un proceso de desfinanciamiento de las universidades nacionales que resulta de la política sistemáticamente aplicada desde el año 2016 por el gobierno de la Alianza Cambiemos. Este proceso, que se desarrolla a través del efecto combinado de los recortes, la sub-ejecución y demora en la transferencia de partidas, y la licuación del presupuesto por efecto de la inflación, ha provocado la paralización del desarrollo universitario y enormes perjuicios para el funcionamiento normal de las instituciones en muy diversos planos de su actividad (ver “El ajuste del presupuesto universitario. Nuevo informe del IEC-CONADU”).
En este contexto, la Secretaria Gremial de CONADU, Verónica Bethencourt, puso el foco en no entender la situación de las universidades como el resultado de una coyuntura de crisis, sino como una política reiterada en sintonía con un proyecto de país: “Para el proyecto de Cambiemos que primariza la economía, que reduce el sector industrial casi a la nada y que no incentiva las industrias regionales, un sistema universitario como el nuestro está de más. Para ellos invertir en universidad, en ciencia y tecnología —que es lo que hacen hoy todos los países de manera estratégica porque genera soberanía y competitividad— está fuera de sus planes. Vivimos una situación dramática”.