“Igualdad en educación superior. Un desafío mundial”

Corren épocas de hondo debate intelectual. Vivimos en un contexto con una creciente cantidad de jóvenes que se acercan a nuestras universidades en busca de un destino con el que ni sus abuelos ni sus padres pudieron siquiera soñar. Sin embargo, la universidad argentina no ha dado todavía los pasos suficientes para repensarse ya no como formadora de eĺites sino como la encargada de hacer posible y efectivo el ejercicio del derecho universal a la educación, y se mantiene fiel a las representaciones que dominan el sistema científico y técnico. En ese marco, la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y el Instituto de Estudios y Capacitación de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (IEC- CONADU) iniciaron la publicación conjunta de una serie de diez libros destinados a abordar distintos aspectos de la problemática universitaria.

El primer libro de la colección se llama “Igualdad en educación superior. Un desafío mundial”, de Ana María Ezcurra, doctora en Ciencias Políticas y Sociales. En el marco de la masificación de la educación superior en el mundo, la autora plantea que hay una tendencia estructural y nodal: altas tasas de fracaso académico y abandono, en perjuicio de sectores en desventaja (desfavorecidos en la distribución de capital económico y cultural). Así, el proceso de expansión de la educación superior asume características de inclusión excluyente, en la que existen brechas de graduación que son brechas de clase.

Según Ezcurra, esto sucede porque los establecimientos, y en particular la enseñanza, favorecen a estratos ya privilegiados, con mayor capital cultural, mientras marginan y expulsan a capas con menor dotación, generando así una “reproducción ampliada” de una desigualdad cultural socialmente condicionada.

Basándose en la recopilación de estudios sobre experiencias que abordan la problemática, la autora formula en el libro algunas líneas que pueden sustentar estrategias, políticas y dispositivos educativos. Entre otros, la autora plantea alentar un ajuste con el alumnado real, fomentando una política de compromiso y una cultura organizativa con centro en los logros de los alumnos. Se trata, así, de promover una estrategia redistributiva del capital cultural, haciendo eje en la enseñanza. De esta manera, para Ezcurra la pedagogía constituiría un asunto de justicia social.

 

Otra investigación sobre el acceso a la universidad y la graduación: «La supervivencia del estudiante»