Identificación, restitución y justicia

El sábado 29 de octubre, los restos de María Eugenia (“Maru”) Sanllorenti, hermana de Pedro Sanllorenti, Secretario Adjunto de CONADU, fueron restituidos a sus familiares en la ciudad de Tandil. Después de 35 años de dolor, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) pudo darle nombre y apellido al cuerpo enterrado como NN en un cementerio de Olivos. “Maru” Sanllorenti estudiaba Arquitectura en la ciudad de La Plata y militaba en la Juventud Universitaria Peronista cuando desapareció el 1ero de diciembre de 1976. Tenía 23 años.

Pedro Sanllorenti compartió su historia desde el sitio de ADUM, la agremiación docente universitaria de Mar del Plata: “Resulta importante transmitir que a pesar de lo ingrato que resulta no tenerla a ella con su alegría, vivacidad, calidez y compañerismo cómplice que todos extrañamos, esta no deja de ser una buena noticia. Saber qué fue de ella, aún 35 años después, permite cerrar un ciclo que muchas familias de desaparecidos quisieran realizar. Reina en nosotros la sensación de que en Argentina se está haciendo justicia. De hecho la identificación surge precisamente de un expediente judicial y su caso se convierte en una prueba más del terrorismo de Estado. Pero esa sensación también está alimentada por saber que uno tras otro se están realizando los juicios a represores, y que estos juicios fueron posibles por la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto final, y porque se entendió que los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado fueron considerados de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptibles”.