“Es la oportunidad para que las organizaciones sindicales no solamente desarrollen una lógica confrontativa y contestataria, sino también movilizadora en el marco de una política sindical que proponga un modelo de universidad diferente al que se está planteando hoy día”

Desde Costa Rica, Combertty Rodríguez, coordinador principal de la oficina regional de la Internacional de la Educación para América Latina, conversó largamente en “CONADU en el medio” sobre la educación en América Latina, el proceso latinoamericano del movimiento sindical en educación superior y la importancia de que la reunión mundial se realice en América Latina y por primera vez en Buenos Aires.

 

– Cristina Pauli (CP): La VIII Conferencia Mundial de Educación Superior e Investigación que se va a realizar en Buenos Aires es un hecho muy importante, del cual vas a participar…

– Combertty Rodríguez (CR): Por supuesto que vamos a estar ahí y ciertamente creo que es un evento de gran importancia por varias razones. Primero porque América Latina es escogida para realizar esta conferencia, que no es la primera conferencia mundial que organiza la Internacional de la Educación. Regularmente estas conferencias se hacen en Europa porque es que el sector de la educación superior que viene organizándose de manera muy importante. Pero desde hace cuatro años, América Latina viene organizándose a nivel del sector de la educación superior, se han realizado varios encuentros latinoamericanos con un grupo importante de organizaciones de la educación superior en diferentes países y precisamente por esa razón es que se realiza ahora en América Latina. Y particularmente en Buenos Aires porque hay que indicar con mucha claridad que CONADU ha puesto un gran empeño, le ha invertido mucho esfuerzo y mucho talento para que el sector de la educación superior en América Latina se organice. El compañero Carlos De Feo además de ser el Secretario General de CONADU es el coordinador para América Latina, por parte de una delegación que ha hecho el Comité Regional de la Internacional de la Educación en América Latina para que se promueva precisamente la organización del sector de la educación en América Latina.

Entonces, como indicaba recién, hace cuatro años para acá se han integrado de manera muy activa países claves. Además de la dinámica que ha ejercido Argentina, me refiero a Brasil, a Colombia, se están integrando Chile, Nicaragua, Perú y México. Este grupo de países han tomado una iniciativa importante, en el sentido de tratar de hacer un balance sobre la situación de la educación en América Latina y plantearse un plan de acción para tratar de, en primer término, promover que las organizaciones de la educación en América Latina participen activamente y se fortalezcan; porque hay una situación muy particular en el sector de la educación superior que es que no todas las organizaciones de los diferentes países tienen una importante expresión organizativa. Hay diferentes niveles de organización.

– CP: ¿Cómo son esas diferencias en los distintos países? Nosotros conocemos lo que pasa en Argentina, pero no tenemos tan claro qué es lo que pasa a nivel de organizaciones sindicales en la rama de la educación superior en los otros países hermanos de América Latina.

– CR: En primer término el sector de la educación superior, me refiero al profesorado, no es muy proclive a la organización. Y en segundo término, también por el estatus que regularmente ostenta, siempre ha establecido diferencias con los niveles de organización sindical de secundaria y de primaria, que son los sectores que están mayormente organizados. Entonces, debido a ese factor y también a que los diferentes países tienen diferentes historias, este sector universitario en algunos países ha estado muy metido con todo el tema contestatario a la propuesta neoliberal. En algunos otros países ha estado muy involucrado con un eje de partido político, en algunos otros países también tuvo una vinculación con todo el tema de la confrontación que se dio en el marco de la Guerra Fría, etc. Hay una gran gama y depende de la historia, de la situación y de la organización sindical global dentro de cada país.

Pero lo cierto es que tenemos entonces algunas organizaciones muy importantes y fuertes, algunas organizaciones de nivel medio y algunas otras muy incipientes, por decirles de alguna manera. También hay muchas que no se dedicaron o no les interesó necesariamente promover una dinámica sindical o político organizativa y buscar esta lógica de cómo pensar un nuevo modelo de universidad, cómo tiene que desarrollarse una universidad vinculada con la sociedad, con la investigación, con la propuesta de desarrollo de países, sino que la universidad también fue metida con todo este eje de comercialización, con todo este eje de la propuesta neoliberal y muchos se subsumieron en esa dinámica. Así, de una u otra forma, el movimiento sindical quedó inserto dentro de esa situación.

Por eso se ha tomado una decisión a nivel del comité regional de la Internacional de la Educación en América Latina que tiene que ver, en una primera etapa, con darle prioridad a organizaciones del sector de la educación superior con un importante protagonismo en sus países, con el objetivo de poder promover una mayor articulación dentro de este sector y una mayor comunicación. Regularmente, hay una dinámica muy doméstica. No existe una dinámica internacional articulada por las mismas razones que indiqué anteriormente.

Y el otro interés es que este sector realmente piense en cuál es el modelo de universidad que habría que promover. Sobre todo porque este ha sido muy deteriorado en términos de la confrontación que ha tenido por toda esta lógica de la comercialización de la educación de lucro, etc. De una u otra forma esto ha incidido mucho en el sector universitario y es la oportunidad precisamente para que las organizaciones sindicales no solamente desarrollen una lógica confrontativa y contestataria, sino también movilizadora en el marco de una propuesta política sindical alternativa de un modelo de universidad diferente al que se está planteando hoy día.

En esos términos vienen participando muy activamente, a la par de CONADU en Argentina, organizaciones como CONTEE o PROIFES de Brasil, que son organizaciones con un protagonismo importante en ese país. Decía que ahora desde Chile se viene integrando una organización de la educación superior que va a participar en esta Conferencia Mundial. En el caso de Perú hay una organización también que tiene un importante protagonismo en ese país que se llama FENDUP. En el caso de Colombia la organización que se llama ASPU y también organizaciones en República Dominicana, Nicaragua y México. Ese es como el grupo central que en este momento está en ese proceso de articulación. No es fácil porque estas cosas no son de decreto ejecutivo, sino que son procesos incluso muchas veces mentales, no solamente políticos. Pero en eso estamos y nos parece que, precisamente, por todas estas condiciones la Argentina se ha constituido en el país donde se realiza la VIII Conferencia Mundial de Educación Superior e Investigación.

Por otro lado, a las organizaciones europeas de la educación también les interesa observar el proceso y la realidad latinoamericana, que es totalmente diferente a la realidad europea. Con mucha razón hoy en día, con el proceso de crisis que están viviendo y por estar confrontando una realidad que se les ha cambiado bastante recientemente, quieren establecer este vínculo. Y nos parece que es sano, en el sentido de que las organizaciones de la educación superior en América Latina podrán salir con una gran ventaja de esto y también las organizaciones europeas, que podrán aprender mucho de estas otras realidades. Porque el mundo no es solamente Europa, no es solamente Asia, ni es solamente África, sino que son todos los demás continentes y yo creo que América Latina va a aportar mucho en esta Conferencia Mundial en términos de este proceso que viene desarrollando, que es diferente sin duda al proceso europeo.

– CP: Nosotros tenemos una preponderancia de la universidad estatal, pero sabemos que en el resto de América Latina también existe una fuerte importancia a la universidad privada… con los costos que eso tiene. ¿Cómo ves esa situación?

– CR: Bueno, digámoslo de esta forma: está claro que en toda América Latina, porque ese es el origen, hay universidades estatales, y en la mayoría de los países juegan un papel muy importante por los procesos que promueven, la investigación académica, etc. Tienen una importancia aún en la vida de cada uno de los países. Lo que pasa es que, como ya se sabe abiertamente, ha entrado en competencia hace más o menos dos o tres décadas un sector muy fuerte que es el sector privado.

Sin duda que en cada uno de los países de América Latina hay una presencia muy importante del sector empresarial privado nacional y particularmente transnacional, porque han convertido a la educación en un factor de negocio, en un factor lucrativo. Vieron la puerta para hacer dinero con educación. Entonces, sin duda que ha habido toda una estrategia para desmontar el aparato público, para desmontar la política pública que venía desarrollándose en América Latina particularmente en este sector de la educación superior y de una u otra forma lo han logrado. Lo han logrado porque hay países donde las universidades del sector privado superan terriblemente en número a las universidades estatales, y eso también tiene otra consecuencia en el sentido de que muchas personas no tienen la posibilidad de entrar a la estatal por diferentes motivos, o les interesa una carrera corta o está el problema del desempleo y entonces les urge tener alguna calificación para competir, etc y entonces optan por la privada. La privada les ofrece alguna dosis de academia y ahí se van.

Además, también está presente esta otra línea de educación superior que es la vida electrónica. Hay muchos estudiantes que optan por sacar una profesión electrónica: pagan a la entrada, reciben una dosis de información, pagan a la salida y luego tienen un título. Eso también se está dando en América Latina y es parte del comercio electrónico en educación.

– CP: ¿Eso va a ser también punto de debate del encuentro de educación superior? Me refiero a este tipo de nuevas formas virtuales de educación superior.

– CR: Claro. Eso está colocado precisamente como parte del programa. Vamos a ver hasta dónde hay tiempo para profundizar en el debate, pero sí van a ser temas que van a ser tratados precisamente en esta próxima conferencia.

Ese es un poco el escenario en América Latina. Hay una serie de países en donde es muy notorio esta lógica que le llaman “universidades de garaje”. El garaje es donde se guarda el carro, el vehículo en la casa. Es decir, en algunos países cualquiera instala una universidad: botan una vivienda o la transforman y ahí hacen una universidad. Eso es muy usual particularmente en Centroamérica y en la zona andina, y forma parte precisamente del debate de hoy en día en el sentido de tratar de concluir en este tema cuál es el tipo de universidad que existe y cuál es el modelo universitario.

– CP: Además está la relación laboral con los docentes, porque este tipo de universidades de garaje son las que también contratan al cuerpo docente por períodos cortos sin darles ningún tipo de estabilidad. Entonces, también desde el punto de vista de los trabajadores docentes hay una brecha interesante para mirar, ¿no te parece?

– CR: Sin duda que ese es el eje principal: nada de derechos, nada de posibilidades organizativas. Incluso si usted observa son muy pocos los países donde hay organizaciones sindicales en el sector privado de la educación superior. En ese sector uno hace un recuento a nivel de toda América Latina y no hay derecho a la organización, ni derechos laborales, etc.

Además se da la situación de que mucho educador de la enseñanza universitaria estatal va a buscar trabajo a la privada, porque se tienen que complementar en algunos casos los salarios. También se da la situación de que una privada busca a los profesores y a las profesoras connotados de las universidades estatales porque necesitan prestigio, entonces los contratan para prestigiar a ese centro universitario. Así, muchos no se detienen a ver el tema de los derechos laborales organizativos. O sea, el escenario se ha complejizado, ha cambiado, por eso es que hay que analizarlo con paciencia y profundamente para poder pensar en una propuesta política alternativa de organización, de modelo universitario, etc.

Y también tiene que ver con otro tema que no necesariamente ha sido sujeto de tratamiento o de análisis dentro del movimiento sindical y del sector de la educación superior, que es esa lógica de que se actúa de manera segmentada. Los educadores o las organizaciones de la educación superior piensan en su propio escenario. Pero también las organizaciones de la enseñanza media piensan como enseñanza media, las de primaria como primaria. No necesariamente hay una dinámica de pensamiento articulado, como sistema, de lo que está pasando. Tanto como organización, como problemática laboral en cadena y como modelo educativo que va encadenado desde la primaria hasta la universitaria. Todo el mundo habla de que todos los que empiezan en primaria salen muy poco de la universidad, bueno ahí hay una cadena que involucra a quiénes dirigen las universidades, a los diferentes niveles educativos, de gobierno, etc. También pasa que no les ha interesado, porque lo que les interesa es sencillamente el dato estadístico de cuánta promoción tienen, pero no necesariamente pensar en esa lógica de sistema educativo que existía en la época del Estado Benefactor. Ahora se piensa de manera muy segmentada y este es un tema de fondo que creemos que tiene que se tratado por el movimiento sindical, para pensar en cuál es ese modelo diferente que tiene que plantear.

 

Entrevista desgrabada por Gabriel Di Battista.