«Universidad Pública. Docencia y dignidad», columna de Carlos de Feo en Tiempo Argentino

Reproducimos aquí la columna de opinión de Carlos De Feo, Secretario General de CONADU, que fue publicada el 29 de marzo en el diario Tiempo Argentino.

Aunque todavía no se alcanzó un acuerdo entre el Ministerio de Educación de la Nación, el Consejo Interuniversitario Docente y las representaciones sindicales de los docentes universitarios respecto del aumento salarial para 2011, es una buena oportunidad para analizar la realidad de este sector social, protagonista en la defensa de la educación pública, e indispensable para construir una universidad comprometida con la profundización de un modelo de desarrollo nacional con redistribución de la riqueza. Desde la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) hemos planteado tres objetivos en la negociación de este año: una recomposición salarial del orden del 30%, la sanción de un Estatuto del Docente Universitario y la creación de un programa de becas para la formación de posgrado de los docentes de universidades nacionales. La demanda del aumento del 30% responde a la necesidad de defender el proceso de recomposición salarial del sector comenzada en 2004: nuestros estudios indican que, si bien desde ese año, el salario de los docentes universitarios ha tenido una recuperación del orden del 400% en términos nominales y del 50% en términos reales, esta curva ha registrado amesetamiento en el período 2009-2010 por efecto de la puja redistributiva.
Ahora bien, desde 2004, hemos podido avanzar en temas que exceden lo salarial: hemos logrado el blanqueo salarial del sector y la jubilación del 82% móvil, revirtiendo los efectos de las políticas neoliberales del menemismo y la Alianza, que habían destruido la estructura salarial. Se lograron además 6 millones de pesos para capacitación gratuita y 2 millones para condiciones de seguridad y medio ambiente de trabajo. Por ello es que hace falta un Estatuto del Docente Universitario –Convenio Colectivo de Trabajo– para jerarquizar la tarea docente y terminar con las arbitrariedades que aún se registran en algunas universidades.
Por último, no es posible pensar en una universidad pública de calidad, que produzca conocimiento al servicio de las necesidades sociales, si no se garantiza la formación de posgrado para sus docentes en aquellas áreas estratégicas para el desarrollo nacional, la innovación tecnológica, la democratización del acceso a la cultura y las políticas distributivas con un criterio federal. Por eso es que hemos planteado un programa de becas que aseguren la finalización de los posgrados de docentes universitarios abocados a esas áreas.
Confiamos en que para lograr estos objetivos contaremos, como hasta ahora, con la voluntad política del gobierno nacional, que con Néstor Kirchner tomó la decisión de recuperar la alicaída educación universitaria y con ella la dignidad de sus trabajadores. Decisión que sostuvo y profundizó Cristina Fernández, y que se tradujo en el crecimiento geométrico del presupuesto universitario, así como en la inversión en infraestructura y la creación de nuevas universidades. Pero que también fue posible porque desde CONADU hicimos una fuerte apuesta a la negociación, que se tradujo en una activa participación, dejando de lado el consignismo vacío y las actitudes declamativas y siendo protagonistas a través de las propuestas y de la discusión política.
Sería una mejora en la situación de miles de trabajadores y avanzaría sin duda en una más justa distribución de la riqueza en nuestro país. Reconocemos los logros, celebramos los avances y vamos por más. Los argentinos necesitamos una universidad pública capaz de ser la usina del pensamiento que construya un modelo de país justo, soberano e independiente. Defender la universidad pública es defender la dignidad de los trabajadores de la educación.

Para acceder a la nota:

http://tiempo.elargentino.com/notas/docencia-y-dignidad