Decisión tomada: Un Walsh para el bolivariano


Por Florencia Saintout

Decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP.

(Nota publicada en el diario Tiempo Argentino)

El premio que la comunidad académica ha decidido otorgar al presidente Chávez no es un reconocimiento sólo a su trayectoria y a su lucha por la identidad de los pueblos de América, sino a todo el pueblo venezolano que en su investidura representa.
 
El premio Rodolfo Walsh es una distinción que desde 1997 la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) otorga a aquellas personas que por su trayectoria en el ámbito nacional y latinoamericano contribuyen no sólo a la construcción de la comunicación popular sino, también, a la justicia y a la equidad social, a la paz y unidad de los pueblos y a la democracia.
El premio se otorga por decisión del Consejo Directivo, asumido como comité de selección, evaluación y dictamen en tres rubros. Se reconoce la trayectoria profesional, la labor periodística del año y la mejor tesis de investigación periodística en ámbitos universitarios de la República Argentina.
Entre las personalidades y producciones de la televisión, radio y prensa que recibieron el Premio Rodolfo Walsh están Miguel Bonasso Horacio Verbitsky, Jorge Lanata, Joaquín Morales Solá, Juan Gelman, María Seoane, Ignacio Ramonet, Tomás Eloy Martínez, Roberto Fontanarrosa, Osvaldo Bayer, Eduardo Galeano, Gabriel Mariotto, y los programas Telenoche Investiga y 6,7,8, entre otros.
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, es el segundo mandatario latinoamericano que recibirá el premio.
En 2009, la Facultad de Periodismo otorgó la distinción por su trayectoria al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma. Para la edición de 2011, esta casa de estudios creó una nueva categoría: presidentes latinoamericanos por la comunicación popular.
Para el colectivo universitario de nuestra Facultad, la figura de Rodolfo J. Walsh como periodista y militante de las causas nacionales y populares es de un profundo significado por su compromiso político y social. 
El premio que la comunidad académica ha decidido otorgar al presidente Chávez, no es un reconocimiento sólo a su trayectoria y a su lucha por la identidad de los pueblos de América, sino a todo el pueblo venezolano que en su investidura representa. Es el reconocimiento a la lucha de un pueblo que desde hace años trabaja por la construcción de la unificación latinoamericana, usando como herramientas los instrumentos de integración plasmados en la Unasur y el Mercosur. Específicamente en lo comunicacional, este pueblo contribuye a la profundización del intercambio cultural, educativo y científico con la puesta en marcha de un medio de comunicación como es Telesur, “La Nueva Televisión del Sur”, que es una empresa multiestatal, integrada por Venezuela, la Argentina, Cuba, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Nicaragua que nos ha permitido a los latinoamericanos construir y difundir información propia sobre la base de nuestras realidades regionales, (en este sentido, cabe preguntarse qué hubiera sido del golpe de Estado en Ecuador al gobierno constitucional de Rafael Correa el pasado 30 de setiembre de 2010 sin la cobertura  y difusión por parte de Telesur).
El proyecto de Telesur se inscribe además en una larga tradición de iniciativas que han tenido el objetivo de construir información desde una perspectiva propia, atenta a las necesidades de los pueblos. En esa tradición sin duda puede ubicarse la experiencia de Prensa Latina, en la cual Rodolfo Walsh, junto a muchos otros intelectuales comprometidos con su tiempo, ocuparon un lugar decisivo.
La distinción de Presidente Latinoamericano por la Comunicación Popular está fundamentada entonces en la convicción que Hugo Chávez, acompañado por el ex presidente argentino Néstor Kirchner, expresaron en 2005 en el acta fundacional de Telesur, concibiendo al sur como “un concepto geopolítico que promueve la lucha de los pueblos por la paz, la autodeterminación, el respeto por los Derechos Humanos y la justicia social.”
Por otro lado, el proceso político encabezado por Hugo Chávez Frías ha enfrentado y puesto al descubierto un poder que había sido naturalizado de tal forma que era imposible verlo como tal: el de las empresas mediáticas que, entre otras cuestiones, apoyaron el golpe de Estado en Venezuela en 2002. Visibilizar ese poder es una de las más importantes apuestas para poder garantizar la democracia.
Al calor de lo político los venezolanos han puesto en jaque un orden comunicacional basado en la profunda injusticia de que la palabra la detenten sólo los dueños de las grandes empresas de medios y de que queden por fuera del derecho a la comunicación aquellos que por años y años habían sido postergados, excluidos de todo, incluso del derecho a la palabra. Frente a la conciencia de esta injusticia, la revolución bolivariana ha empoderado comunicacionalmente a los sectores populares para que su mirada del mundo se hiciera un lugar a la hora de decidir el destino común.
Es entonces la constatación del proceso de empoderamiento popular en el orden de las comunicaciones lo que este premio Rodolfo Walsh a presidentes latinoamericanos por la comunicación popular resalta. Y es esta misma constatación la que hace que miles y miles de jóvenes argentinos, que se han formado en las aulas de la Universidad Pública deseando un mundo más justo, celebren su otorgamiento.
Toda una comunidad académica de profesores, graduados, investigadores, trabajadores no docentes, y especialmente, una pluralidad de expresiones políticas estudiantiles comprometidas con la idea de que la comunicación no es sólo una mercancía sino un derecho inalienable, ha tomado la decisión de no estar ajena a la histórica lucha y a la hora de los pueblos, y es por esta razón que ha decidido celebrar la presencia de Hugo Chávez en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata.