CONADU acompaña el reclamo de ADUFOR frente a la violencia y el autoritarismo del Rector Parmetler

La Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) se solidariza con las y los docentes de la Universidad Nacional de Formosa frente al manejo violento y autoritario del Rector Augusto Parmetler. Nuestra Federación acompaña el reclamo de ADUFOR y hace suya  la denuncia de una virtual autointervención impuesta por el  mismo Rector como un golpe institucional en la Universidad.

El Rector, cuyas prácticas antisindicales hostigan hace tiempo a nuestro sindicato de base ADUFOR, ha excedido ilegalmente sus competencias, llegando incluso a desobedecer órdenes judiciales que prohíben algunas de sus acciones. La crisis institucional provocada por este comportamiento se ha agravado de manera irreversible a partir de la interrupción del proceso eleccionario en curso, que debe renovar la representación de los claustros en el co-gobierno, cuyos mandatos ya se encuentran vencidos. A las recientes acciones de intimidación y violencia que impidieron el normal desarrollo de la elección de la representación docente, y obligaron a su realización fuera del campus universitario, siguió la destitución y reemplazo de la Junta Electoral en funciones, y la reprogramación arbitraria del calendario electoral, decisión del Rector que sólo pudo ser refrendada en una reunión del Consejo Superior en la que se impidió el ingreso a un número de docentes que, pese a contar con una resolución judicial favorable a su participación, no pudieron hacer uso de sus derechos políticos.   

Esta situación atenta contra la legalidad que ordena el funcionamiento autónomo de las Universidades Nacionales bajo el régimen del co-gobierno, como señala la Ley de Educación Superior en su Artículo 33, en el que se señala que «las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la libertad académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la jerarquización docente, la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria, así como la convivencia pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación. (…).». Vale señalar, asimismo, que la «Recomendación de la UNESCO relativa al personal docente de la ensñeanza superior» plantea en su Capítulo V que «(…) La autonomía consiste en el grado de autogobierno necesario para que las instituciones de enseñanza superior adopten decisiones eficaces con respecto a sus actividades académicas, normas, actividades administrativas y afines, en la medida en que éstas se ciñan a los sistemas de control público, en especial en lo que se refiere a la financiación estatal, y respeten las libertades académicas y los derechos humanos. (…).», y que «Las instituciones de educación superior no deben utilizar la autonomía como pretexto para limitar los derechos del personal docente de la enseñanza superior», porque no hay genuina autonomía sin libertad académica y cogobierno democrático.    

A casi 33 años de su creación, esta situación coloca a la Universidad Nacional de Formosa en una condición pre-reformista, sometida al autoritarismo y la discrecionalidad del Rector, algo inadmisible en el marco de nuestra democracia. La autonomía no puede convertirse en un argumento para intentar eludir las obligaciones que impone la Ley, ni en un reaseguro para los intereses particulares de una camarilla.

Exigimos el cese inmediato de la persecución y la violencia, la plena garantía para ejercicio de los derechos políticos de quienes integran la comunidad universitaria de la Universidad Nacional de Formosa, y el urgente restablecimiento de los canales democráticos e institucionales para la elección de las autoridades y de los cuerpos colegiados que tienen la responsabilidad de cogobernar la Universidad. Reclamamos, asimismo, que el Ministerio de Educación de la Nación tome cartas en este asunto, que compromete severamente la finalidad de la institución universitaria, los derechos de sus trabajadores y estudiantes, y la posibilidad efectiva de que la Universidad Nacional de Formosa cumpla con la función que nuestra sociedad le asigna.