«Actualidad y desafíos del gremialismo docente universitario»

CUYO

Los docentes universitarios nos encontramos en una situación de creciente tensión. Por un lado el retraso salarial se hace más evidente, en particular entre aquellos con menores ingresos dentro del escalafón del sector. Por otro lado se hace cada vez más claro la férrea sino obtusa decisión de los rectores de las universidades nacionales de entorpecer la ratificación y posterior homologación del Convenio Colectivo de Trabajo, recientemente firmado por, vaya paradoja, ellos mismos.

Sobre el retraso salarial es justo decir que éste, quedó marcado por la devaluación de enero del 2014, como así también por una ostensible, solamente invisible para aquellos con ceguera facultativa, voluntad desestabilizadora del mercado. Esto dicho claro, a modo de explicación.

Hasta mediados de enero de 2014, el ingreso de bolsillo de un Auxiliar de Primera dedicación Exclusiva era igual al valor de la Canasta Familiar calculada por Graciela Bevacqua, ex directora de Índice de Precios del INDEC y más alto que la calculada por el Observatorio de la CGT Moyano.

En enero los docentes universitarios reciben un último aumento, del 7% de un total de un 31% durante los últimos 14 meses y de un 23,5% sólo para el año 2013. Recientemente en Junio, todos los auxiliares de cualquier dedicación, con menos de 5 años de antigüedad, cobraron retroactivo a marzo del 2014, un incremento del 17% con la garantía salarial, que se elevará hasta el 28% y será pagada con el mes de agosto. Esto representa unos $2.200, $4.400 y $8.800 pesos de bolsillo para los docentes simples, semi y exclusivos respectivamente. Todo por fuera de cualquier acuerdo salarial a futuro.

Este aumento en la garantía salarial debería haber sido pagado con el mes de marzo. De no haber existido esta demora del Gobierno Nacional en hacer efectivo el pago de la garantía, habría traído más alivio a los docentes con menores ingresos. Este era uno de los propósitos del acuerdo salarial firmado oportunamente y que incluía una cláusula gatillo para el pago de la garantía salarial apenas se acordara en paritarias docentes en Marzo de 2014.

En este momento nos encontramos en plena negociación paritaria, que se inició un mes antes de su vencimiento, este 4 de junio próximo pasado. En dicha reunión, el Gobierno Nacional no realizó oferta alguna. Esto es motivo de preocupación y repudio, pero ninguno de los actores involucrados en el gremialismo puede entender esto como sorpresivo. Toda negociación empieza con ofertas insatisfactorias. El poder de negociación de los gremios es clave para que esta negociación no se extienda en el tiempo y satisfaga las demandas gremiales. Si se extiende en el tiempo entonces es su poder de acción lo que cuenta en parte a la hora de obtener lo reclamado. En torno a la paritaria que se está llevando en este momento, una nueva reunión fue convocada por el Ministerio de Educación para este Jueves 12 de junio.

La negociación salarial, terminará en un máximo de 15 días. Pero al mismo tiempo se irá dilatando la homologación del Convenio Colectivo de Trabajo. Hasta la fecha 29 Universidades Nacionales han manifestado reservas estatutarias al contenido del CCT de Docentes Universitarios (entre ellas la Universidad Nacional de San Luis). Todavía restan que otras 8 indiquen si lo harán y 10 no han hecho reservas. (ver infografía en http://goo.gl/aitZn6 )

Esto quiere decir que en el mejor de los casos, todas estas universidades convocarán a asamblea universitaria para considerar adecuar sus estatutos al CCT. Es claro que no todas las universidades adecuarán sus estatutos y que esto condicionará y mellará, el contenido y razón de ser del Convenio Colectivo. Es decir que sea colectivo y que sea un acuerdo de todas las partes. Dejaremos para otra oportunidad las consideraciones que se pueden hacer en torno a la dicotomía entre autonomía universitaria y planificación estatal. Clave en la comprensión de la reacción de Rectores y sus Consejos Superior ante el texto del CCT.
La situación traerá al menos dos inconvenientes. El primero es que hasta tanto no esté homologado el convenio colectivo de trabajo, los trabajadores docentes universitarios seguiremos en condiciones de precarización laboral. La inmensa mayoría de los docentes universitarios son interinos, se cuenta por decenas las universidades que tienen planteles docentes contratados, no existen carreras docentes. El segundo es que el CCT conlleva un acuerdo de Jerarquización del salario docente, que contempla un 25% de incremento sobre el básico en un periodo de 5 años. Es decir las soluciones a los problemas de fondo de los docentes universitarios siguen demorados. Cuando no es el gobierno nacional son los rectores.

La pregunta que nos convoca es ¿cuáles son estos problemas de fondo? La respuesta, las deplorables condiciones laborales de los trabajadores docentes, la falta de seguridad en el trabajo, la falta de controles de la extensión de la jornada laboral y las condiciones de higiene tanto física, como psicológica de los docentes, la ausencia de carrera docente en las UUNN, la inestabilidad laboral, el retraso histórico del salario con respecto a otros sectores de los trabajadores .

Excepto por el salario, el resto de los reclamos y derechos todavía no satisfechos en la mayoría de las UUNN, no han sido motivo de enérgicos reclamos por parte de un sector de las asociaciones gremiales docentes. De esta manera se le ha quitado valor y peso a estos reclamos al mismo tiempo que ha provocado la naturalización de la sistemática violación de los derechos de los trabajadores.

Las asociaciones gremiales que como medida de fuerza por reclamo salarial han hecho paros, han manejado con cuidado la sensación térmica de sus afiliados y no afiliados, endureciendo algunas medidas (paro total de actividades) y suavizando otras (sólo paro de actividades docentes) manejando el potencial enfado que se genera en la comunidad docente. Comunidad heterogénea que al mismo tiempo que no termina de entender el irrenunciable derecho a huelga y lo cuestiona, adhiere de a ratos en una suerte de danza de conveniencias puntuales. He aquí un desafío para el gremialismo docente universitario.

Desde el Sindicato de Docentes e Investigadores Universitarios- San Luis, pensamos que otro desafío es cómo afrontar, con qué medidas de fuerza, en que espacios, las complejidades aquí enunciadas. La situación nos exige ser firmes y a la vez creativos por cuanto el escenario de cara a la protesta y el reclamo en la UNSL y en cualquier otra universidad nacional, es y siempre ha sido complejo.

Desde lo gremial vemos necesario profundizar las instancias participativas y de toma de decisión, en donde cada trabajador docente actúe como un multiplicador del debate, de la reflexión y de la práctica en torno a la defensa de los derechos como trabajadores. Desde la dirigencia gremial, se requiere responsabilidad y madurez en la toma de decisiones.

En este sentido, convocamos a la comunidad universitaria a dar un debate abierto sobre los derechos laborales de los docentes, a discutir pero también a ejercer y defender todas y cada uno de esos derechos. Los convocamos a evitar el reducir las complejidades a slogans y sentencias que distan de dar solución a las problemáticas de los trabajadores. Estos son parte de los desafíos más grandes que enfrenta una parte del gremialismo docente universitario.

Antonio Mangione
Secretario de Prensa del SIDIU