10º Congreso Mundial de la IE: unir fuerzas para proteger la educación superior
En el marco del 10º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), se desarrolló ayer un Caucus sobre educación superior para abordar los desafíos apremiantes que enfrenta el sector. A la vez, se presentó como una plataforma para que educadores de todo el mundo compartieran ideas y estrategias para promover la educación superior en pos del bien común.
David Edwards, Secretario General de la IE, inauguró el evento y destacó la naturaleza crítica de estos desafíos: «La educación superior se encuentra en una encrucijada. Debemos unirnos para defender los recursos y el respeto que nuestra profesión merece para seguir formando las mentes de las generaciones futuras (…) No necesitamos mirar muy lejos para presenciar esas políticas dañinas y su tremendo impacto en el sector dada la situación devastadora aquí en Argentina».
Yamile Socolovsky, Secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU, fue parte de un panel de discusión moderado por Sandra Grey de Tertiary Education Union (TEU), Nueva Zelanda, que permitió escuchar experiencias de todo el mundo.
“América latina es una zona híper privatizada, y esto tiene que ver con la expansión del sistema privado pero también con la incorporación de lógicas similares y de mercantilización al interior de los sistemas públicos de educación superior. Este proceso ha tenido distintas etapas: una muy fuerte en la década del 90, con las primeras reformas neoliberales en toda la región; y una segunda etapa que se desarrolla con más claridad agudizada durante la pandemia de Covid19. En este contexto se aceleró la mercantilización con la incorporación de ciertas tecnologías conducidas por empresas comerciales para resolver la situación de la pandemia, generando un impacto y precarización del trabajo académico”, describió Socolovsky para contextualizar su intervención.
Y continuó: “El gobierno de Javier Milei ha generado en siete meses de mandato una reducción superior al 70% del presupuesto universitario, una reducción salarial de más del 30% en términos reales y también un chantaje sobre las universidades en términos ideológicos. Las universidades públicas están siendo acusadas de ineficiencia, corrupción y adoctrinamiento. Frente a la agresión permanente hay un estado de movilización importante del pueblo argentino, del movimiento educativo y del movimiento universitario en particular. Estamos desde el comienzo llevando adelante un plan de lucha con jornadas de huelga, con acciones de visibilización y diversas marchas. Así es que el 23 de abril pasado se realizó la movilización más grande de la historia del último período democrático de este país en los últimos 40 años, con 1,5 millones de personas movilizadas en defensa de la universidad pública”.
A su turno, Rosalia Fatiaki de Association of the University Staff of the Pacific Islands (AUSPS), en Fiji, abordó la creciente carga de trabajo debido a la falta de personal que obliga a los educadores a centrarse más en la enseñanza que en la investigación, mientras que todavía se los evalúa por los resultados de la investigación. También mencionó el cambio al aprendizaje en línea y enfatizó la importancia de solidarizarse con quienes defienden la libertad académica.
Maxine Looby de University and College Union (UCU), Reino Unido, destacó los severos recortes de empleo y la caída del 40 por ciento de la financiación a plazo real en la última década en el Reino Unido, lo que llevó a disparidades salariales significativas y a una falta de negociación nacional. También enfatizó el agotamiento debido a los problemas de carga de trabajo y la necesidad de aumentar la densidad de miembros.
David Dzatsunga, de la Asociación de Profesores Universitarios de Zimbabwe (COLAZ), Zimbabwe, se centró en mejorar las condiciones de los profesores universitarios y compartió el éxito de cambiar la legislación para mejorar su estatus.
Finalmente, Jeffery M. Freitas, de la Federación Estadounidense de Profesores (AFT), EE. UU., puso el foco en la importancia de la libertad académica y en los riesgos que la Inteligencia Artificial plantea al habilitar el despojo de estas libertades.
La actividad concluyó con un llamamiento a la solidaridad y a la acción colectiva.