“Más allá del 7D, el gran desafío de la sociedad argentina es generar nuevos medios de comunicación saludables y sostenibles económicamente en el tiempo”

A pocos días del “7D”, Guillermo Mastrini, investigador, docente de la UBA y especialista en políticas de comunicación, pasó por “CONADU en el medio” para hablar sobre los monopolios informativos y la importancia de esta fecha.

– Cristina Pauli (CP): Este programa que hacemos desde la Federación de Docentes Universitarios es retransmitido en las radios de muchas universidades de todo el país, por eso nos interesaba tenerte para pensar de qué hablamos cuándo hablamos del famoso “7 de diciembre”.

– Guillermo Mastrini (GM): Yo creo que es una fecha que se ha transformado en más importante de lo que realmente es. Me parece que hay que entender que es muy bueno y saludable que las transformaciones en los sistemas de medios se estén discutiendo y formen parte de la agenda política y de la agenda social. Implica tomar conciencia de la importancia que tienen los medios de comunicación y de que esto es una tarea que depende de las regulaciones que toma el Estado, y que afecta no sólo los intereses de los medios de comunicación sino a los intereses de la sociedad en general que recibe información cotidianamente a través de estos medios. Pero estas transformaciones no se pueden resolver en un día. La formación de políticas de comunicación debe ser un proyecto que involucre a la sociedad casi cotidianamente y las transformaciones son a largo plazo.

Ahora bien, tampoco quiero evadir la respuesta en relación a un tema que ha cobrado tanta significación. Concretamente, lo que ocurre el 7 de diciembre es que se vence una medida cautelar que solicitó la Justicia y obtuvo el grupo Clarín en relación al cumplimiento de un artículo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual aprobada en el año 2009. Hay que recordar que una medida cautelar ante una demanda de inconstitucionalidad, en este caso ese artículo, lo que hace es decir: “Bueno, mientras se resuelva la cuestión de fondo que no se aplique”. El problema es que la Justicia es lenta y ya han pasado tres años, y no hay fallo ni siquiera de primera instancia sobre la cuestión de fondo. Ningún juez se expidió todavía sobre si es constitucional o no el artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Lo que dijo la Corte es que, como ha pasado un plazo muy largo y no hay fallo que diga que es inconstitucional, mientras tanto se cumpla. Y lo que va a ocurrir el 7 de diciembre es que el grupo Clarín deja de tener este paraguas protector que implicaba la medida cautelar, y va a tener que adecuarse a lo que dice la ley. En este caso concreto, hablamos de medios que exceden la cantidad de licencias que establece la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Por supuesto que este artículo no se aplica solo para el grupo Clarín sino para el conjunto de los propietarios de medios, y no es sólo el grupo Clarín el que excede la nueva reglamentación. Lo que ocurre es que el grupo Clarín era el único que tenía una medida cautelar a su favor, y el gobierno tomó la decisión de no hacer cumplir a los otros grupos hasta tanto el grupo Clarín no tuviera que cumplir con la regulación. O sea, que se supone que a partir del 7 de diciembre el conjunto de los grupos de medios de comunicación que tengan más licencias de las que permite la ley deberán adecuar su estructura a esta nueva regulación. Por supuesto también que esto llevará un tiempo. Lo que en realidad tienen que hacer es presentar un plan de adecuación, es decir presentar una propuesta de cómo van a pasar de la estructura actual, en la que tienen más medios de los permitidos, a una futura estructura en la que se adecuan a la ley.

Entonces, ¿qué pasará el 7 de diciembre? En realidad no sabemos, porque hay una cuestión que depende exclusivamente del grupo Clarín y es si el 7 de diciembre va a presentar o no este plan de adecuación. Esa cuestión la saben solo los directivos del grupo Clarín. Si presentan el plan de adecuación habrá que ver si el Estado lo acepta y le parece razonable, o tendrá que decir en qué no le parece razonable. Si no presentara un plan de adecuación, quedará sujeto a una serie de procedimientos administrativos que pueden implicar algunas sanciones y eventualmente la pérdida de alguna licencia.

– CP: Estos grupos que dominan la comunicación vienen haciéndolo desde hace mucho tiempo. Inclusive con la ley anterior también estaban excedidos de licencias.

– GM: Sí, pero no tanto. Lo que pasa es que la ley anterior no regulaba el cable, y hay algunas regulaciones nuevas. No particularmente el grupo Clarín estaba en falta en relación a la ley anterior. Es cierto que este grupo y otros tienen muchas licencias, pero la legislación anterior permitía o era más tolerante con la concentración que la actual.

CP: Si se aplica la ley después del 7 de diciembre, sea porque se presenta la adecuación o porque el AFSCA toma las medidas que tiene que tomar, ¿pensás que va a quedar más democrático el mapa de medios en nuestro país?

– GM: Creo que la modificación de la estructura no depende sólo de la venta de empresas. Por supuesto que ayuda y contribuye, pero creo que el gran desafío que tiene la sociedad argentina va más allá del 7 de diciembre y es generar nuevos medios saludables, nuevos medios de comunicación que sean sostenibles económicamente en el tiempo. Creo que es un desafío y que no depende de que las grandes corporaciones des-inviertan, porque sería un problema si surgieran un montón de nuevos medios pero los mismos no pudieran tener una economía que les permita subsistir en el tiempo.

Y otra cuestión importante es ver qué pasa con el sector de los llamados “sin fines de lucro”, que es uno de los avances más significativos que tiene la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual al expandir el derecho de la comunicación a un sector que ahora no sólo tendrá la posibilidad de ser licenciatario de medios de comunicación sino que además se les reserva una porción del espectro para ellos. Para tener un marco de comunicación realmente democrático creo que es fundamental que ese 33% sea sólido, duradero y que se efectivicen las licencias para todos los medios comunitarios sin fines de lucro.

– CP: En eso algo se ha avanzado. Hay más de 100 expedientes de cooperativas que están solicitando prestar servicios de cable por ejemplo, que era una cuestión que tenían vedado en la ley anterior. Por ejemplo, muchas universidades están también creando sus propios canales de televisión o sus radios. ¿En esto ves que se ha avanzado?

– GM: Se ha avanzado mucho más en las universidades que en las cooperativas. Las cooperativas tienen que solicitar un permiso en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. En realidad el AFSCA reenvía, y todavía los trámites están parados en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. En el caso de las universidades, en cambio, como es por adjudicación directa de parte de la autoridad de aplicación (en este caso, el AFSCA), sí hay licencias y sí se están montando nuevas estructuras, que como bien decís es un punto que contribuye a mejorar y a profundizar las posibilidades de tener más y mejores medios de comunicación.

Aquí tenemos otro desafío entre nosotros, es decir entre los universitarios, y es que estos medios nuevos que se crean desde las universidades sean tan democráticos como lo que aspiramos para el conjunto de la sociedad. A veces uno de los problemas que tienen los medios universitarios es que no abren el juego a la participación interna y quedan muy controlados por las estructuras más generales de la universidad. Creo que si estamos a favor de los medios públicos y si sostenemos la importancia de la democracia en la comunicación y de la participación para generar una sociedad verdaderamente democrática, es tan importante que se creen como que estos sean manejados después democráticamente.

– CP: Y con la calidad necesaria que requieren también los medios. Las leyes nos ayudan, son resultados de una lucha de comunicadores de muchos años y de distintos sectores de la sociedad, pero hay que darle el contenido desde otros lugares.

– GM: Absolutamente. La ley es un piso, es un punto de partida. La comunicación democrática se construye socialmente día a día. Yo creo que uno de mis mayores temores siempre fue que luego de sancionada la ley una parte de la sociedad pensara bueno ya está, ya llegamos. Y yo creo que a partir de ahora empieza el verdadero desafío. El verdadero desafío es el que cotidianamente realizamos todos para generar que el conjunto de la ciudadanía pueda expresar sus puntos de vista a través de estos nuevos medios.

Lo que teníamos antes era una ley que era un techo, no nos dejaba crecer, no nos dejaba realizarnos democráticamente. La nueva ley lo que establece es un piso que nos permite soñar, pero la construcción de la casa sobre ese piso, insisto, es una tarea que nos demanda mucho esfuerzo, mucho compromiso y mucha participación de todos para que este sueño se haga realidad.

Entrevista desgrabada por Gabriel Di Battista.