En el día de hoy, los Docentes y Estudiantes Universitarios se reunieron en la CTA junto a Hugo Yasky y diputados y referentes de la Universidad y la Ciencia y Tecnología para movilizar hacia la gran marcha de mañana, 21 de Febrero, frente a las políticas de ajuste y entrega del gobierno nacional, iniciando una etapa de unidad del campo nacional y popular.
La convocatoria surgida desde la CONADU y las agrupaciones estudiantiles universitarias del campo nacional y popular, contó con la presencia de los diputados Roberto Salvarezza, y Laura Alonso, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, y referentes de la ciencia y la tecnología.
Carlos De Feo, Secretario General de CONADU, organización convocante declaró «Este encuentro es fundamental para demostrar que los universitarios y los científicos estamos unidos al mismo destino que el conjunto de los trabajadores, y por eso somos parte protagonista de este proceso de unidad que se va a ver mañana y que continuará, no sólo para frenar a este gobierno y torcerle el brazo a sus polìticas de ajuste, sino para construir la fuerza que permita volver a ganar derechos para todos los argentinos»
Las organizaciones convocantes elavoraron un documento para dar impulso a la marcha y al proceso de unidad para derrotar las politicas de ajuste del gobierno nacional.
El 21 de Febrero lxs Universitarixs y Cientificxs también decimos BASTA
A dos años de gobierno de la Alianza Cambiemos, resulta evidente que las promesas de cambio fueron solo una estrategia de campaña electoral: las corporaciones económicas de nuestro país vuelven a manejar los resortes del Estado con el afán de aumentar sus, ya exorbitantes, ganancias y generar un cambio cultural permanente en la sociedad civil que impida el surgimiento de cualquier expresión política que proponga modificar el rumbo del país que ellos quieren.
Hemos sido testigos de una fuerte redistribución regresiva de la riqueza, con transferencias multimillonarias de recursos hacia los sectores dominantes. Los servicios públicos son re-privatizados como consecuencia de la subejecución presupuestaria, el desfinanciamiento, los despidos y el cese de las prestaciones. La deuda externa bate records mundiales, gracias a un aumento a velocidades nunca vistas, fomentando la especulación financiera, la fuga de capitales y la desinversión productiva. Como corolario, nuestro país vuelve a ser una joya más en la política exterior de Estados Unidos, aislándose de la CELAC para participar del Grupo de Lima, y comenzando tratativas para albergar bases militares y delegaciones de organismos como la DEA en nuestro territorio.
Para aplicar este programa político, el Gobierno de Macri necesita desarticular la resistencia que pueda plantear cualquier espacio opositor, ya sea en la calle o en el Congreso. Es por esto que ya desde los primeros meses de asumida su administración, inició una fuerte persecución de líderes políticos, sociales y sindicales, que comenzó con la detención de Milagro Sala (que lleva más de dos años detenida), y continua con la cruzada mediático-judicial que busca desprestigiar a Cristina Kirchner, y otrxs dirigentes políticos opositores como Carlos Zannini.
Otro foco de ataque por parte del gobierno son las organizaciones sindicales, no solo aquellas cuyos dirigentes salieron a denunciar la política de ajuste del gobierno y se movilizaron en las calles con sus afiliados, sino también las que se negaron a aceptar el techo que quiso imponer el oficialismo en las paritarias.
La represión salvaje por parte de las fuerzas de seguridad que sufrimos en la Plaza del Congreso los y las manifestantes que rechazamos la Reforma Previsional, y que antes se cobrara la vida de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel; y la reforma laboral que el gobierno quiere imponer para debilitar la capacidad de organizarse de lxs trabajadorxs, son las herramientas con las que el gobierno pretende desarticular la protesta social de los que quedamos afuera del modelo oligárquico que pretenden aplicar.
La Universidad Pública también está en riesgo: un desfinanciamiento constante del presupuesto para docencia e investigación, fruto del aumento presupuestario por debajo de la inflación; la baja de los convenios con el Estado que permitían sostener amplios programas de extensión; y el congelamiento de los programas de becas estudiantiles, ponen en jaque a las Universidades que venían de vivir un proceso de fuerte crecimiento en los años anteriores. Gracias a la movilización en unidad de lxs estudiantes, docentes y trabajadorxs que defendemos el derecho a la universidad pública logramos imponer mejores condiciones presupuestarias.
El sistema de Ciencia y Técnica nacional sufre las mismas políticas de ajuste, que implican la pérdida de capacidades de desarrollar la investigación y la industria, como sucede con los despidos en el INTI que demuestran una clara entrega de soberanía científico-tecnológica. Es también el caso del CONICET, asfixiado financieramente, donde se recortó el 50% de ingreso de investigadorxs, y cuyo Directorio espera la designación del Director electo Roberto Salvarezza, bloqueada por el Gobierno.
Vivimos un contexto general de ajuste a la educación pública, con la derogación de la paritaria nacional de los docentes de escuela primaria y media, y el impulso de reformas que el gobierno condensó en su proyecto de Plan Maestro y en el Sistema Nacional de Reconocimiento Académico, que esconden un intento de flexibilizar el sistema público y mercantilizar nuestra educación. El programa PROGRESAR no es la excepción, que deja de ser un derecho para lxs jóvenes y se convierte en una beca exclusiva para universitarixs.
La Educación Superior está viviendo un ataque directo: la denuncia judicial a los 52 rectores y rectoras por malversación de fondos impulsada desde los medios, la publicación por parte de Universidades Privadas de índices sin sustento científico que buscan generar un desprestigio del sistema público, las reiteradas violaciones de la autonomía por el ingreso de las fuerzas de seguridad a las universidades, la intervención de la Universidad de las Madres (IUNMa), son solo algunos ejemplos.
Frente al modelo que el gobierno pretende imponer una reforma excluyente, privatista y mercantilizadora, defendemos la universidad pública, gratuita y de ingreso irrestricto y reivindicamos nuestro derecho humano y social a la educación superior. No dejaremos que nos arrebaten la convicción de que la universidad es del pueblo.
En el año del Centenario de la Reforma Universitaria, esta es la disputa que nos enfrentará en la próxima Conferencia Regional de Educación Superior, y por la que nos movilizamos este 21 de Febrero: Defender las reformas del 18, del 49, del 73 y de los años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner.
Este reclamo es parte del modelo de país libre justo y soberano que los argentinos nos merecemos: por eso lxs estudiantes, docentes, no docentes, y científicxs nos movilizamos este 21 de Febrero para decirle BASTA al ajuste de este Gobierno.
Porque la universidad que queremos es parte inseparable del país que anhelamos –