La actualidad del sistema científico tecnológico en Argentina
Mariana Versino, graduada en la Universidad Nacional de La Plata y doctorada en Brasil en Política Científica y Tecnológica, participó de las últimas jornadas de capacitación de CONADU. Acá un resumen de los logros y desafíos en torno a la ciencia y la tecnología de nuestro país.
- ¿Se puede decir que existe en nuestro país un sistema científico-tecnológico?
- En realidad, no se puede hablar de un sistema en el cual todas las instituciones y los organismos públicos que se dedican a la investigación y al desarrollo se orienten por políticas que puedan articular su accionar. Por ejemplo, las universidades no son todas equivalentes: hay universidades que tienen historias, tradiciones y grupos de investigación disímiles. Y si abordamos al sistema nacional de ciencia y tecnología vemos que integra a la Comisión Nacional de Energía Atómica, pasando por la de Asuntos Espaciales, el INTI y el INTA, que son instituciones con alrededor de cincuenta años y una lógica de funcionamiento propia que difícilmente logren articularse en las políticas de planificación en ciencia y tecnología.
- ¿Cómo ha evolucionado el área en los últimos años?
- En principio, hay que decir que desde el primer gobierno de Néstor Kirchner, desde 2003 para acá, ha habido un creciente financiamiento de todo el sector y eso se ve en el aumento de la cantidad de recursos humanos que pudieron ingresar al sistema y de fondos para el financiamiento de investigación. Tanto en Argentina como en el resto de América latina hay que reconocer la creciente inversión por parte de los Estados en el sector, en el área científico tecnológico.
- ¿Y se ha logrado conformar un proyecto sobre para qué o quiénes hacemos ciencia?
- En ese sentido creo que hay mucho por trabajar todavía. Hay discursos que intentan re-orientar las acciones de política en ciencia y tecnología hacia una creciente articulación entre la producción de conocimientos en el sistema y las problemáticas sociales que tenemos en el país. No obstante, el discurso de la política del Ministerio, el que está presente en los planes nacionales de ciencia, tecnología e innovación, prácticamente se mantiene orientado al establecimiento de áreas estratégicas que sin embargo no definen proyectos de desarrollo productivos específicos; sino que todavía, desde mi punto de vista, dejan abierta la definición de las orientaciones a los actores participantes del financiamiento que se otorga. Creo que, como en los años noventa, las políticas se orientan a partir de formulaciones que ponen la idea del empresario innovador como actor central de la búsqueda de articulación con el sistema científico tecnológico, y eso no permite orientar las acciones de financiamiento con una lógica hacia el desarrollo de un proyecto nacional.
- Como estudiosa de la ciencia, ¿te parece que tiene sentido instalar una muestra como Tecnópolis?
- Es más que elogiable la jerarquización de las actividades científicas y tecnológicas al interior del sistema de las políticas públicas. Y una muestra como la de Tecnópolis tiene el objetivo, yo creo, también rescatable de divulgar las actividades de los científicos y tecnólogos del país hacia sectores más amplios que los que normalmente conocen este tipo de actividades. Creo que es una apuesta inteligente intentar cambiar la cultura social en relación a este tipo de actividades.