«En Chile, la lucha traspasó la barrera estudiantil. Hoy en día es una lucha social»

Paul Floor Pilquil

En el marco del III Seminario Latinoamericano de Educación Superior, Paul Floor Pilquil, secretario de Relaciones Internacionales de la Federación de Estudiantes Universitarios de Chile (CONFECH), dio un pantallazo sobre la educación superior y el movimiento estudiantil chileno. Balances y desafíos.

Haciendo historia, para Floor Pilquil el panorama no es casual porque el sistema chileno fue directamente determinado por las recomendaciones neoliberales, a través del Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, que establecían la rentabilización de la educación. “Este sistema se implementó durante la dictadura, pero se profundizó durante los últimos 20 años”, explicó Floor Pilquil. Como consecuencia: hoy la educación superior está en crisis porque solamente aumentan las matrículas de las universidades privadas que, además, han perdido calidad: “La calidad y el trasfondo del proyecto educativo de muchas universidades privadas es un completo negocio y no han mostrado buenos resultados”.

Pero la explosión social no fue repentina: “No salimos a la calle 200 mil personas a generar mágicamente esta revolución. Fue todo un proceso de acumulación de movilización para poder romper con muchos esquemas. En 2008 federaciones de estudiantes de la Confederación ya planteaban no solamente una crítica hacia el sistema de educación superior, sino que también querían avanzar en una propuesta de educación pública. Entonces la movilización del año 2011 responde al trabajo de la militancia, de la organización, de la madurez, del análisis político y de la acumulación”, recordó Floor Pilquil.

Hoy la crisis educativa chilena dejó de ser un problema estudiantil para ser un problema de todos que obliga a salir a la calle. Así cobra sentido que 15 mil estudiantes participaran de la primera marcha y ya en la segunda eran 25 mil codo a codo con trabajadores y rectores, dando cuenta de una lucha que traspasó la barrera estudiantil para transformarse en una lucha de la sociedad en su conjunto: “Porque hablar de educación pública plantea un sentido, una visión y un proyecto de desarrollo educativo y nacional que guíe ese proceso”.

Floor Pilquil aprovechó el encuentro para enumerar los tres postulados del movimiento: “En primer lugar, pedimos eliminar los problemas para el acceso a la educación superior, porque tenemos una única prueba estandarizada que mide solamente conocimientos y eso ha causado una segregación tremenda. También pedimos el fin al endeudamiento, porque no queremos más créditos bancarios, y al lucro de la universidad”.