Contundente paro y movilización frente al ajuste del gobierno y el FMI

En el marco del Paro de 36 horas declarado por la CTA, y en continuidad con el plan de lucha que la CONADU lleva adelante frente a las políticas de ajuste del gobierno nacional bajo la dirección del FMI, medio millón de personas se movilizaron hoy a Plaza de Mayo convocadas por la CTA de los Trabajadores y un conjunto de centrales y corrientes sindicales, como la Corriente Federal de Trabajadores, Camioneros y los movimientos sociales.

“Es necesario, en unidad y en la calle, ponerle un freno a la política de la Alianza Cambiemos porque viene avanzando sobre los derechos de los trabajadores activos y pasivos, la educación, la salud, y porque a partir del acuerdo con el FMI se ha profundizado. Además, repudiamos las acciones represivas del gobierno, que desnudan que sus únicos intereses son defender la expoliación de las riquezas de la Argentina por parte de los sectores concentrados de la economía y arrastrando a las grandes mayorías hacia el hambre y la desesperación. En este contexto, solo les queda el garrote. Pero nosotros no estamos dispuestos a bajar los brazos”, expresó Carlos De Feo, Secretario General de CONADU.

Federico Montero, Secretario de Organización de CONADU, también hizo especial hincapié en la unidad del sector trabajador: “El gobierno pretende avanzar con una nueva fase del programa de ajuste, esta vez mediante la completa subordinación de la economía nacional a los dictados del Tesoro Norteamericano. Si se aprueba el presupuesto que diseñó el FMI, las consecuencias económicas y sociales serán durísimas para los sectores populares. Frente a esta realidad, nuestra tarea es construir la más amplia unidad para frenar el ajuste en las calles y tratar de que este gobierno haga el menor daño posible mientras avanzamos en una alternativa política popular para derrotarlos en 2019″.

500 mil personas coparon la Plaza de Mayo

La movilización marcó el absoluto rechazo a las políticas del gobierno que han generado el descalabro de todas las variables macroeconómicas: una brutal devaluación de más del 100% en lo que va del año; una inflación incontrolable que los analistas prevén como la más alta desde 1991; la caída del consumo, el salario, la producción industrial; el mayor endeudamiento externo de la historia en tan sólo tres años; y, por si fuera poco, una desocupación de casi dos dígitos.

A esto se le suma algo aún peor, que es el retorno del hambre en la Argentina y de la proliferación de comedores, merenderos y ollas populares que organiza el pueblo para intentar paliarla. Además, vuelven a surgir enfermedades que en algunos casos llevan a la muerte por causas evitables, producto del deterioro del sistema público de salud y de las condiciones de vida.

Todos estos son algunos de los males que ha causado el modelo de Cambiemos, que no son producto de ninguna tormenta o cataclismo natural, sino de políticas orientadas a desmantelar derechos, con una violencia y revanchismo inusitados. Esto se demuestra claramente en la destrucción de todas las herramientas que desde el estado se pusieron al servicio de mejorar las condiciones de vida de los argentinos. Por eso están destruyendo la Educación, la Universidad y la Ciencia y la tecnología, eliminando el MinCyT junto a otros ministerios clave como el de salud, trabajo, producción y cultura.

El compañero Hugo Yasky, Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina, inauguró el acto central en la Plaza de Mayo: “El gobierno tiene que entender que nos vamos a quedar en la calle hasta tanto cambien la política económica, cambie la política de entrega, se terminen los despidos y tengamos nuestros derechos. No hay vallado que detenga la conciencia de un pueblo en el momento en que decide ser protagonista de la historia y acá estamos nosotros para demostrarlo. El Presidente de la Nación ahora está en Washington y debe tener las rodillas entumecidas: mucho tiempo de rodillas es trabajo insalubre”.

Universidades públicas

En la Universidad Pública, el avance de estas políticas se traduce en el desfinanciamiento mediante la subejecución y el recorte presupuestario, ahogando a las universidades para promover la mercantilización del conocimiento. Se han recortado becas, obras de infraestructura, proyectos socioeducativos y de articulación comunitaria, convenios de asistencia técnica y un sinnúmero de funciones que la universidad pública brindaba, para los estudiantes y la comunidad. La CONADU continúa reclamando por una ley que establezca un presupuesto de emergencia para las universidades públicas, a fin de que puedan afrontar los compromisos de costear los gastos de funcionamiento y hasta el pago de salarios en tiempo y forma. Cabe recordar que alrededor de 20 Universidades ya han declarado la emergencia económica como producto del ahogo presupuestario.

Razones por las cuáles el movimiento de trabajadores y el pueblo argentino viene desarrollando un plan de lucha frente al gobierno, que tiene como objetivo inmediato el rechazo al presupuesto nacional de ajuste que el gobierno viene impulsando, con el aval del FMI. El mismo, promueve un déficit cero, haciendo partícipe a las provincias del brutal ajuste que esto implica, pero sin tocar los intereses de los sectores que con la llegada de cambiemos son los claros ganadores del modelo: el sector financiero, el complejo agroexportador, mineras, energéticas y empresas de comunicación concentradas. Son estos sectores los que deben pagar los costos de la crisis y no los trabajadores y el pueblo argentino, a los que ya se les han recortado gran parte de los derechos conquistados.

Así lo explicó Verónica Bethencourt, Secretaria Gremial de CONADU: “Las y los docentes universitarios hemos desplegado un plan de lucha durante todo el año que culminó en una importante negociación salarial, pero estamos absolutamente convencidos de que esto no resuelve ni el problema salarial de nuestro sector, ni el problema de las universidades públicas. Aquí de lo que se trata es de la implementación de políticas neoliberales, y detener esas políticas no tiene que ver con un sindicato, con un gremio o con una federación, sino que tiene que ver con la posibilidad de que nos reunamos con el resto de los sectores de los trabajadores organizados, con el resto de las organizaciones sociales para que, en conjunto y superando los reclamos sectoriales, podamos poner fin a este gobierno de ajuste y de miseria para nuestro pueblo. Es la clave de construcción de una alternativa política para 2019”.

 

 

 

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