«Los números del ajuste en la universidad»

Un nuevo informe del Instituto de Estudios y Capacitación (IEC-CONADU) muestra el impacto del recorte presupuestario en las instituciones públicas. Una pérdida de 124 puntos frente a la inflación del semestre y el menor porcentaje en relación al PBI en décadas ilustran la magnitud del desfinanciamiento.

En los primeros seis meses de 2024, las universidades nacionales recibieron del Estado 1.351.829 millones de pesos. Esto es un 152,8 por ciento más que lo que obtuvieron en los primeros seis meses del año pasado. Sin embargo, esa variación queda muy rezagada frente al promedio interanual de inflación, que alcanzó los 276,4 puntos. En otras palabras, en la primera mitad del año, el financiamiento universitario quedó 123,6 puntos por debajo de aumento de precios.

Si se toma por ejemplo el último mes considerado (junio), las casas de estudio perdieron incluso más en relación a la inflación. En esos 30 días, recibieron poco más de 364.800 millones de pesos –solo un 106,3% sobre junio de 2023, frente a una inflación de junio a junio de 271,5%, lo que constituye un atraso de 165,2 puntos por detrás de ese índice.  

Este es solo uno de los números que exhibe el nuevo informe sobre presupuesto universitario elaborado por el IEC, que en este caso realiza un balance al 30 de junio, y que muestra el grado de desfinanciamiento al que el gobierno de Javier Milei sometió a las instituciones públicas. Cabe recordar que, como ocurre en otras áreas del Estado, las universidades poseen el presupuesto prorrogado de 2023, que solo se incrementó en un 1,6% durante los primeros seis meses. Esa escasez hizo que el nivel de ejecución sea casi completo, lo que augura que será imposible afrontar las necesidades de las universidades en lo que queda del año.

El informe detalla los diferentes flancos sobre los que se descarga el ajuste. Por ejemplo, se redujeron a cero las transferencias de otras jurisdicciones que no sean el Ministerio del Capital Humano (es decir, por donde pasan los fondos de la Subsecretaría de Políticas Universitarias); se ajustaron en miles de millones los montos dedicados a Actividades de Ciencia y Técnica, Institutos Tecnológicos, Proyectos Especiales y Hospitales Universitarios y los fondos para becas tuvieron una caída real de nada menos que el 61%, entre otros guarismos.

De persistir esta tendencia, al concluir el año se habrá destinado a la educación universitaria tan solo el 0,24 por ciento del Producto Bruto Interno, el valor más bajo de las últimas décadas (a título ilustrativo: en los últimos años estuvo en torno al 0,70%).

Descargar aquí el informe completo

 

Fuente: IEC-CONADU