Histórico fallo en el «Juicio Brigadas»
Luego de tres años y medio, finalizó el juicio que investigó los crímenes de lesa humanidad cometidos por las Brigadas de Investigaciones de Banfield, Quilmes, Lanús, Avellaneda y San Justo durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica.
Durante el 2020 se presentaron denuncias contra 18 represores, que camino al juicio 6 de ellos fallecieron guardando silencio. Durante el proceso judicial, la muerte les otorgó la impunidad biológica y no escucharon la sentencia.
La audiencia 140 comenzó a las 8 de la mañana, cuando se escucharon las últimas palabras de los imputados Roberto Balmaceda, Jorge Bergés, Jorge Di Pasquale y Alberto Julio Candioti. Se llamó a un primer cuarto intermedio hasta las 13.30 de la tarde donde el Tribunal a cargo de Ricardo Basilico leyó el veredicto en el Juicio a las Brigadas. Donde fueron juzgados los ex policías de la Provincia de Buenos Aires, integrantes del Destacamento 101 de Inteligencia del Ejército y Jaime Lamont Smart, obtuvo su octava condena a perpetua y fue el único civil que dio órdenes, siendo parte del Ejecutivo de la provincia como ministro de Gobierno de Ibérico Saint Jean. Varios de los represores estaban acusados de haber cometido crímenes de lesa humanidad en centros clandestinos de detención, dentro del “Circuito Camps” y que se ubican en la zona sur del conurbano bonaerense y La Plata.
En las más de cien audiencias se lograron escuchar los testimonios y hubo 468 testigos con más de 605 víctimas, como las de Adriana Calvo, Cristina Gioglio, Nilda Eloy, Alcides Chiesa, Chicha Mariani y Luis Velasco Blake, que fueron incorporados. Además, de tres inspecciones oculares a tres centros Clandestinos de Tortura y Extermino, confirmando las descripciones y declaraciones de lxs sobrevivientes.
En 2022, fueron ampliadas las imputaciones, y a pedido de la Fiscalía, se incorporaron los casos de 8 travestis en él Pozo de Banfield entre los años 1976 y 1983. Además de incorporar a la Brigada de San Justo, Pozo de Quilmes, como otro de los Centros de detención en este juicio. El trabajo realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), se supo que algunas de las víctimas estaban embarazadas al momento de su secuestro. Este dato es fundamental para que la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) logre cruzar los perfiles genéticos con la de los familiares para comenzar con la búsqueda de nietos apropiados por la dictadura, que hasta el momento no fueron denunciados por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
A partir de las investigaciones, en el Ministerio de Defensa, se logró tener acceso a al detalle del ordenamiento militar, de cómo era el funcionamiento y la estructura de la Inteligencia de la última dictadura y se mencionó las particularidades que sucedían en la Provincia de Buenos Aires. Entre los aportes brindados, se supo que el 88% de los secuestros de los trabajadores de las 25 empresas, fueron en sus lugares de trabajo y el 76% fueron los dueños quienes entregaron información de sus trabajadores, como las listas de delegados a los militares y policías. En el juicio también se pudo conocer a un número importante de militantes uruguayos fueron secuestrados y fueron llevados a las Brigadas, puntualmente a la de Quilmes, ubicándolo cómo un centro vinculado con los operativos represivos que se realizaban en Latinoamérica, conocidos como Operación Cóndor.
Además, se logró profundizar en el juicio el rol que ocuparon los medios de comunicación durante 1977, en el cual se encargaron de publicar notas en las revistas como Gente, Somos y Para Tí, donde se mostraba a una niña sola que había sido supuestamente abandonada por sus “padres terroristas”, inventaron las historias donde estos padres fueron abatidos en un enfrentamiento y/o suicidado. Este dato, se logró saber por los testimonios de hijos y nietos, que aún en día continúan buscando a sus familiares desaparecidos.
Para el TOF son crímenes de lesa humanidad, incluyeron el pedido de la querella que solicitó el agravar las penas, en algunos casos, por tratarse de mujeres embarazadas, otras que fueron forzadas a abortar, el secuestro, retención y ocultamiento de menores de edad a los imputados. Por ello, el tribunal falló de la siguiente manera: Federico Minicucci, PERPETUA; Domínguez Matheu, PERPETUA (quién en todo momento intentaba esconderse en el zoom); Carlos Gustavo Fontana, PERPETUA; Alberto Julio Candioti, a 25 AÑOS DE PRISIÓN por no tener condenas anteriores y por el convenio de extradición con Uruguay); Jorge Di Pesquale, PERPETUA; Carlos María Romero Pavón, PERPETUA; Roberto Balmaceda, PERPETUA (quién escuchó la lectura del veredicto mientras «jugaba” con su celular); Jaime Lamont Smart, obtuvo otra condena a prisión PERPETUA (pero durante la lectura se escondió de la cámara del zoom y se lo vio hablando por celular durante la lectura del veredicto. Después de hablar por teléfono, Smart se puso lentes oscuros. El tribunal lo llamó al orden y Smart abrió su micrófono alegando que estaba conversando con él gente del tribunal, por estar fuera de foco. El juez lo llamó al orden, le negó la palabra y Smart, volvió a colocarse en las sombras para que no se le vea bien su cara); Juan Miguel Wolk, perpetua (se esconde de la cámara impidiendo que se vea su cara y en los breves momentos se lo vio masticando chicle); Augusto Barre, fue ABSUELTO (pero por lo que se pudo averiguar es que su abogado era, hasta hace 3 meses atrás, Cuneo Libarona, el actual Ministro de Justicia de la Nación, el actual es Augusto Garrido, del mismo estudio de Cuneo Libarona); Antonio Berges, Cuneo PERPETUA (un médico policial que tampoco mostró bien su cara ante la cámara); y Horacio Luis Castillo, PERPETUA.
Luego de cuatro años de debate y a casi 50 años de cometerse estos crímenes de lesa humanidad, obtuvieron un fallo histórico, donde la lectura del veredicto contó con perspectiva de género, tomando al aborto forzado como un delito penal a 10 de los imputados fueron condenados a prisión perpetua, uno de ellos fue condenado a 25 años de prisión, por no contar con antecedentes previos y uno fue absuelto. Este último fue defendido por el estudio de Cuneo Libarona.
¡Fallo histórico!
Memoria, Verdad y Justicia.
¡Nunca Más!
Mariana Balsa – Conadu