“Es interesante ir pensando en un modelo sindical mucho más complejo”
Claudio Suasnábar es el Director del Observatorio Sindical de Políticas Universitarias del IEC-CONADU, un espacio constituido por la Federación para el desarrollo de investigaciones vinculadas con la situación gremial de los trabajadores docentes universitarios; pero es a la vez un verdadero espacio para potenciar el trabajo que a nivel internacional, y en el marco de la inserción de CONADU en la Internacional de la Educación para América Latina (IEAL), la Federación desarrolla junto a distintas organizaciones sindicales de América Latina. Así quedó demostrado en la segunda Reunión Lationamericana de Organizaciones Sindicales de la Educación Superior organizadas por CONADU y la IEAL. Para Suasnábar este año fue sutancial para tener un panorama más claro acerca de la situación de los docentes universitarios de América Latina y el desarrollo desigual que han tenido las organizaciones sindicales de la educación superior
¿En qué medida se ha avanzado en este segundo encuentro de organizaciones sindicales de la educación superior, respecto del año pasado?
Respecto del año pasado hay un avance significativo respecto de la participación de organizaciones sindicales, eso le da una riqueza al encuentro que ha marcado las discusiones y en el documento que se está preparando en primer lugar porque se avanza en un panorama más claro sobre la situación de la educación superior en América Latina, de las tendencias de las políticas y de la serie de desafíos que tiene por delante la región y en particular las organizaciones sindicales.
¿Y en perspectiva todo este material le será de utilidad al Observatorio Sindical de Políticas Universitarias para la elaboración de una agenda de trabajo?
Indudablemente. En Reimer lugar nos ayuda, al observatorio y a CONADU, a mirar el movimiento más general de las organizaciones sindicales y de las políticas de la región. Así como uno puede ver los casos nacionales, como el de Colombia, o el caso de los países andinos, y en algún sentido México, la continuidad de ciertas políticas que fueron características de los 90 acá, también es factible ver, como en el caso de Brasil, estos giros en la región de políticas proactivas de intentos de planeamientos, de discusiones que no aparecían en la región, y que a todos –no sólo al Observatorio- enriquece la mirada. Y eso me parece que es lo que hay que ir profundizando en un mejor análisis y sobre todo en una definición de políticas comunes, de manera tal que se puedan llevar adelante. Un dato: lo que se discutió sobre condiciones de trabajo, ese es un aspecto muy interesante respecto de cómo se está dando esta discusión en otros países respecto del nuestro y si es posible avanzar en propuestas respecto de esta cuestión.
¿A qué condiciones obedece el desarrollo desigual que han tenido las organizaciones sindicales en América Latina?
Es un poco lo que yo plantee en la charla del Seminario. Las organizaciones sindicales también expresan la configuración de las universidades y de la educación superior en cada país. Por ejemplo en el caso de Brasil, es claro que las organizaciones sindicales tiene fuerte base en las universidades federales. Que son las universidades de mayor peso en Brasil. En el caso mexicano, durante los años ´20 tuvieron toda una fuerte discusión por el tema de la autonomía. Entonces buena parte de las discusiones de las organizaciones sindicales tiene que ver con una discusión por universidad. Es por eso que hay sindicatos por universidad. Hay una discusión para avanzar en la conformación de federaciones. En el caso de Chile, por ejemplo, sus sindicatos vienen luchando desde la época de la dictadura, por ejemplo el Colegio de Profesores. En el caso de las universidades se organizó este sindicato de universidades públicas. En ese sentido mirar la experiencia sindical es también mirar como se conformaron estos sistemas sobre la base de experiencias distintas. En algunos países las universidades nacieron en sistemas duales, con una fuerte presencia del sector privado que en sus orígenes era confesional. En Chile, por ejemplo, tenés una universidad nacional y otra católica, es el caso de Brasil y de Colombia. Otros países, es el caso nuestro, el de Uruguay y el de Bolivia, tenemos más tradición y peso de lo público. En ese sentido, es interesante ver como esa experiencia es expresión de la historia de los sistemas de educación superior.
Van a tener que trabajar en dos frentes porque tal parece que los sindicatos están en distintas etapas de su desarrollo: algunos discuten condiciones de trabajo y estabilidad laboral, mientras que otros avanzan en discusiones que tienen que ver con la elaboración de políticas de estado.
Los dos temas van paralelos. En realidad en algunos países, por la relación que tienen los estados con las universidades, la relación es mucho más conflictiva en cuanto a salarios, condiciones de trabajo, y en realidad parte de la discusión es intervenir en política. En otros, es el caso nuestro, y el de Brasil, también seguimos discutiendo condiciones de trabajo y pero tenemos una mayor capacidad de influir, de presionar en discusiones de políticas. En ese sentido este espacio potencia ambas cosas. Y lo potencia en el sentido de apoyar otros procesos y que a su vez nosotros mismo recibamos es apoyo, esa fuerza, de esos sindicatos.
¿Hay un modelo, o alguna experiencia, que el resto de los sindicatos puedan tomar como referencia para el desarrollo de las organizaciones sindicales?
Más que modelo lo que se está empezando a plantear es la necesidad de combinar estas cuestiones: la lucha política con la lucha reivindicativa. Qué forma adopta sindicalmente es parte de la experiencia histórica de cada uno. Lo que sí parece interesante es ir pensando un modelo sindical mucho más complejo, con capacidad técnica, con capacidad de instalar temas, sin abandonar la lucha reivindicativa. En ese sentido es una pregunta que se va a ir respondiendo en el tiempo.
¿Es una cuestión de principios la lucha contra la mercantilización de la educación superior?
Hay que avanzar en acciones concretas porque en ese proceso hay países que han decidido oponerse a ese proceso, en otros países esto ya está más instalado, entonces la lucha es más bien por detener a ese proceso y por pensar alternativas más de conjunto frente a esas políticas de mercantilización.
¿Es este proceso de mercantilización parte de los rasgos que sobreviven de las prácticas neoliberales?
Yo creo que es algo nuevo. Porque en los ´90 buen parte de esa mercantilización tuvo que ver con la expansión de la educación privada. Este nuevo proceso de mercantilización viene a partir de la Organización Mundial del Comercio, introdujo como uno de los temas a discutir la idea de la educación como una mercancía, como un bien privado. Esto de concretarse en algunos países permitiría a los países centrales instalar sedes, o bien a través de Internet, o formatos virtuales, ser oferentes de educación superior, o se tener dos procesos uno de mercantilización y otro de transnacionalización, entonces esto, por las nuevas tecnologías, no estaba en los ´90. O sea por el escenario, por las nuevas tecnologías, tenés un nuevo proceso de mercantilización.
¿Cómo se va a avanzar en un proceso de regionalización de la educación superior, sin que esto signifique una mercantilización, de transnacionalización, o una copia del proceso de bologna?
La pregunta es muy buena porque una de las cuestiones tiene que ver con como los países avanzan en procesos de integración regional, MERCOSUR, Unasur, que eso supone procesos en los cuales estos bloques empiezan a estrechar vínculos y en conjunto discuten, acuerdan, negocian, o se enfrentan, con la Unión Europea, con el Proceso de Bologna, con el campo anglosajón, norteamericano, porque esa es la manera en la cual es factible detener ese proceso, sino estrechar lazos entre los países aprovechando las capacidades que sì tienen. En realidad América Latina tiene una capacidad instalada, Brasil, Argentina, México, son países que tiene un desarrollo en investigación científica y los movimientos de cooperación pueden afianzar y fortalecer una masa crítica capaz de incorporar en esas dinámicas al resto de los países. Eso sumado a una política madura, racional, con los otros bloques no solo sería un freno a esas tendencias, sino un fortalecimiento interno. Lo que pasa en el orden político, también pasa en el orden educativo.
Secretaría de Prensa CONADU