“Día Nacional de la Memoria”: A 32 años del golpe de Estado de 1976
La Federación Nacional de Docentes Universitarios adhiere a las actividades programadas por organismos de DD.HH. y organizaciones políticas y sociales para conmemorar un nuevo aniversario del golpe de estado del año 1976.
«Es inminente el final. Todo está dicho». Con esta frase lapidaria el 23 de marzo de 1976 el diario «La Razón» anunciaba en su edición vespertina, un rumor que todos sabían iba a desencadenar en cuestión de horas una nueva ruptura en el orden constitucional iniciado en marzo de 1973. Lo que no imaginaban los escasos medios de información de la época, y el puñado de hombres y mujeres que esa media noche apoyaban en la Plaza de Mayo al desprestigiado gobierno de Isabel Martínez de Perón, es que con el golpe de estado perpetrado el 24 de marzo de ese año se iniciaba uno de los períodos más oscuros en la historia de nuestro país.
La irrupción de la Junta Militar, integrada por el General Jorge Rafael Videla, el Almirante Eduardo Emilio Massera y el Brigadier General Orlando Agosti, dio inicio de este modo a un proceso de clausura política, social y cultural, combinado con la desaparición forzada de personas, cuyos efectos regresivos y devastadores perduran hasta el presente.
Militantes políticos y sociales, activistas de base, artistas e intelectuales, fueron los blancos del plan de exterminio que la Junta Militar desplegó en todo el territorio para avanzar en el proyecto político-económico diseñado por los sectores más concentrados del país, con el objetivo primordial de reducir la participación de los trabajadores asalariados en la Renta Nacional que en el año 1974 llegaba al 48%, e iniciar un proceso de desindustrialización de la economía, achicamiento del mercado interno y desguace del Estado Nacional .
Fue sin dudas una estrategia pensada por la oligarquía Argentina, para detener la etapa de avance del campo popular sobre la resolución de los conflictos sociales. Para ello fue necesario implementar una política de disciplinamiento de la sociedad argentina en su conjunto.
Con medidas como la rebaja de los salarios; la reforma de las Leyes de Contrato de Trabajo y eliminación de las convenciones colectivas; la implementación de una política tributaria regresiva mediante el aumento de los impuestos indirectos (IVA) y la disminución de los indirectos (ganancias, riqueza); la eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y de los subsidios a las exportaciones no tradicionales; reducción de los aranceles a la importación; apertura total a los capitales extranjeros, transferencias del Estado hacia los grupos económicos, mediante los mecanismos de estatización de la deuda privada, la Ley de Promoción industrial y las políticas de compra del Estado, entre otras; el Ministro de Economía de la dictadura militar, José Martínez de Hoz (un exponente claro de los grupos económicos que fomentaron el golpe), garantizaba mediante este programa el desarrollo de una política económica sustentada a punta de fusiles, crímenes y asesinatos.
A 32 años del inicio del golpe genocida que, además, dejó como saldo 30 mil compañeros desaparecidos, la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) adhiere a las actividades que las distintas organizaciones políticas y sociales llevan adelante para continuar bregando por el juicio y castigo a los militares, e integrantes de las fuerzas de seguridad, que fueron responsables de la más sangrienta dictadura que haya conocido nuestro pueblo.
Continuar avanzando en el esclarecimiento de los crímenes cometidos por la dictadura militar después del golpe de estado del año 1976, es el deber de toda sociedad que aspira a consolidar el marco jurídico y político necesario para garantizar la defensa de los Derechos Humanos y el desarrollo de un país más libre, justo y soberano.
Creemos que avanzar en ese sentido, implica continuar trabajando para profundizar el proceso abierto en el país en los últimos años, en el que la distribución de la riqueza sigue siendo un conflicto no resuelto sobre el cual el conjunto del pueblo argentino debe seguir luchando, con el claro objetivo de superar las desigualdades sociales de nuestro país y garantizar el pleno desarrollo de sus habitantes.
La recuperación y el mantenimiento de nuestra memoria colectiva, nos permitirá aportar una mirada más amplia respecto de los conflictos que a diario se publican en los medios de información, en el que los cortes de ruta organizados por las cámaras que representan a los productores del campo, son sólo un claro ejemplo de la creciente puja distributiva entre un estado que intenta salir de la crisis en la que quedó sumergido en el año 2001 y las fuertes presiones de los principales sectores económicos que pugnan por quedarse con la porción más grande de la riqueza que produce nuestro país para seguir manteniendo suculentas ganancias en desmedro del resto de la sociedad.
Secretaría de Prensa CONADU