Contra la represión de las mujeres

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La Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) repudia enérgicamente la represión policial que agredió a las manifestantes que se movilizaron el domingo en la ciudad de Rosario, en el marco del XXXI Encuentro Nacional de Mujeres. La violencia policial dejó varias personas heridas con balas de goma, integrantes de las organizaciones participantes, y también trabajadoras y trabajadores de prensa que intentaban registrar los acontecimientos. Por segundo año consecutivo el Encuentro termina con la represión hacia las mujeres, en lo que intenta instalarse como una práctica natural por parte de las fuerzas de seguridad. Desde CONADU repudiamos estos hechos, exigimos su esclarecimiento y la sanción de los responsables así como también denunciamos la creciente criminalización de la protesta social y la persecución política por parte del gobierno nacional.

Representantes de FEDUBA, ADAI, ADEIUNAJ, SIDUNLAM, ADUNA y de la Mesa Ejecutiva de CONADU participaron de dos días de debate y múltiples actividades, junto con alrededor de cien mil activistas sociales, sindicales y políticas que reclamaron por el derecho a la igualdad y contra las numerosas formas de discriminación y sometimiento que afectan a las mujeres. En estas jornadas, que vuelven a ser invisibilizadas por la prensa que procura justificar la represión policial, miles de mujeres cuestionaron las políticas del actual gobierno y su incidencia en el retroceso de las políticas que en la última década abrieron nuevos horizontes para la lucha por la igualdad.

Precisamente por ello entendemos que estos hechos forman parte de la escalada represiva que impulsan el gobierno nacional y sus aliados provinciales como respuesta a la creciente movilización popular que enfrenta sus políticas de ajuste. La movilización de las mujeres, que reclamó contra la violencia de género y la trata, por el derecho a la salud sexual y reproductiva, por la legalización del aborto, por políticas públicas que permitan distribuir igualitariamente las responsabilidades del cuidado, entre otras, también protestó contra la precarización laboral y el ajuste, contra los despidos, contra los abusos de las fuerzas de seguridad y la persecución a los y las militantes populares, y exigió la libertad de Milagro Sala.

Las demandas que el movimiento de mujeres expresó en Rosario son las demandas de nuestro pueblo.  La justicia social sólo se construye con igualdad de género.