CONADU apoya la reforma en Ganancias, por Pedro Sanllorenti
En los últimos meses CONADU realizó una serie de acciones tendientes a promover el debate en torno a la necesidad de una Reforma Impositiva que permita continuar con la Redistribución de la Riqueza. Con este debate pudimos poner las alternativas y alcances de una reforma del Impuesto a las Ganancias en el contexto de lo que significa una reforma tributaria destinada a impulsar simultáneamente el desarrollo nacional y continuar disminuyendo las desigualdades. Recién conocida la noticia de la reforma al Impuesto a las Ganancias, a través de la conferencia del ministro de Economía, Axel Kicillof surgen numerosas inquietudes pero también varias respuestas a las demandas presentadas por CONADU.
En primer término, la reforma crea, por la vía de una disposición del Poder Ejecutivo Nacional, un nuevo segmento de trabajadores, quienes tributarán menos impuesto. Este efecto resultará, en la práctica, muy similar a la creación de nuevas escalas que comenzaran con un menor porcentaje que las establecidas en la ley, tal como impulsáramos desde CONADU. Esta ingeniosa reforma se realiza por medio de un aumento en las deducciones, que beneficiará a aquellos trabajadores que cobraban entre 15.000 y 25.000 pesos en agosto de 2013. Sus consecuencias van en el sentido de que el impacto del impuesto sea menor en los primeros segmentos de su alcance, y además que quienes más ganan, o ganaban en 2013, sean quienes más pagan.
Si nos atenemos a las cifras oficiales, muy similares a las del Centro de Investigación de referencia de la CTA – CIFRA, en la actualidad sólo el 11% de los trabajadores es alcanzado por la 4° Categoría del impuesto a las Ganancias. Al ubicar la franja del beneficio entre 15.000 y 25.000 pesos, significará que para el 62,5% de los trabajadores (el 7,5% del total, incluidos quienes no pagan) habrá una mejora de entre el 4% y el 6% en sus haberes de bolsillo. Mientras que para quienes superaban los 25.000 pesos en agosto de 2013 (el 2,5% del total de trabajadores) no se notarán modificaciones.
Si bien falta información precisa sobre el momento de aplicación como así también sobre algunos de los alcances de la reforma que conoceremos con su publicación (por ej.: se supone que no tendrá retroactividad y se aplicará a partir de los haberes de junio 2015), estamos en condiciones de afirmar que, en el caso de los docentes universitarios, el beneficio tendrá un muy alto impacto. Y decimos esto porque el salario de un Profesor con Dedicación Exclusiva, con máxima antigüedad y con adicional de Doctorado, es decir el mayor salario que se puede percibir con 40 horas semanales de labor en la docencia universitaria, era en agosto de 2013 de 23.128,65 pesos ($21.652,35 de salario con 24 años de antigüedad, más $1476,30 de adicional por doctorado).
En los próximos días conoceremos más detalles que permitirán resolver otros interrogantes, tales como el alcance de la mejora sobre los sueldos que en 2015 superan los 25.000 pesos, pero que no lo hacían en agosto de 2013. Y además hay aspectos sobre los que la reforma anunciada no se pronunciaría. Por ejemplo, el alcance del impuesto sobre algunos adicionales salariales y en particular la zona desfavorable. Este adicional, previsto por la legislación nacional con el fin de compensar los mayores costos de vida originados por la ubicación geográfica, debería ser excluido del alcance del impuesto. Por aplicación de este adicional, al caso del párrafo anterior, deben agregarse los valores que se otorgan en las provincias de Misiones, Salta, Jujuy y las de la Patagonia previstos en la legislación y que hacen que estos trabajadores superen los 25.000 pesos de agosto 2013 y no puedan ser alcanzados por el beneficio de la rebaja anunciada. Es por eso que uno de los objetivos que perseguimos con nuestro Convenio Colectivo de Trabajo es que se alcance la exención del impuesto sobre este adicional de Zona Desfavorable.
En términos generales la reforma es bienvenida y debe ser apoyada. Se ajusta al planteo de CONADU y a las Resoluciones de su Plenario de Secretarios Generales, ya que el impuesto recupera el carácter progresivo que había perdido producto de la falta de actualidad de los valores previstos en las escalas de la ley y, sin duda, quita un escollo de cara a la negociación salarial que estamos desarrollando.
Pedro Sanllorenti
Secretario General de CONADU