A 47 años, desde Conadu recordamos la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo

El 30 de abril de 1977 algunas mujeres comenzaron a reunirse en la Plaza de Mayo para denunciar públicamente y reclamar por la aparición con vida de sus hijxs secuestradxs, torturadxs y desaparecidxs, por la dictadura cívico eclesiástica militar.

Bajo la prohibición de reunión, por la que las personas no podían agruparse, y ante la falta de respuestas, las Madres marcharon alrededor de la plaza. Entonces, entrecruzaron los brazos, comenzaron a dar vueltas alrededor de la Pirámide de Mayo, originando así la primera ronda de muchas otras, jueves a jueves y durante todos estos años de lucha, a través de distintos gobiernos, logrando el reconocimiento internacional. El destino de las Madres Fundadoras, fue el mismo que el de sus hijxs, fueron secuestradas y  desaparecidas. Azucena Villaflor fue identificada recién en 2005, su cuerpo había sido enterrado como NN.

Desde entonces, las Madres de Plaza de Mayo se convirtieron en un símbolo de lucha y resistencia inquebrantable en la búsqueda de la Verdad, la Memoria y la Justicia.

Hoy más qué nunca, por cada trabajador/a, mujeres, disidencias, jubilados/as, juventudes, por la salud y educación pública y gratuita, por nuestro presente, y por las futuras generaciones que están observando que hacemos como agentes sociales, responsables del buen vivir de las comunidades. Seguimos el ejemplo de nuestras madres, luchando pacíficamente para frenar la avanzada de un modelo de país deshumanizante, negacionista, colonialista que inevitablemente sumirá en el dolor y la miseria a la gran
mayoría del pueblo argentino, en beneficio de los sectores más poderosos que concentran la mayor riqueza del país.

Reivindicamos la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, y de los 30 mil compañerxs detenidxs desaparecidxs y reafirmamos nuestro compromiso inclaudicable con la defensa de los derechos humanos, la soberanía y de la única y verdadera libertad: la libertad del pueblo, la defensa de sus derechos y la exigencia de un Estado como responsable y garante de su cumplimiento, respetuoso de la supremacía constitucional y de la convivencia democrática.

¡Nunca más al saqueo y la entrega de nuestro país!
¡Ni un paso atrás, ni un derecho menos para el pueblo trabajador!
¡Memoria, Verdad y Justicia!

 

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