Lucas Garibaldi: «Tenemos muy buenos investigadores en muchas áreas»

Lucas-Garibaldi

En “CONADU en el medio” charlamos con Lucas Garibaldi, profesor de la Universidad Nacional de Río Negro, investigador del CONICET y autor de una investigación sobre polinizadores considerada el descubrimiento del año en 2013 por la importante revista francesa de divulgación científica «La Recherche».

– CONADU: Contanos un poco de qué se trata esta investigación y por qué es tan importante.

– LUCAS GARIBALDI (LG): En general pensamos que muchos de los insectos que vemos en los campos agrícolas (abejas, escarabajos y moscas) están ahí y andan libremente y no tienen ninguna importancia. Sin embargo, nosotros encontramos que son muy importantes para la producción agrícola. Que su desaparición, como está ocurriendo en muchos campos, no es un problema solamente de la conservación de la biodiversidad y herencia natural, sino que también es un problema de producción agrícola. Que esos insectos cumplen un rol benéfico sobre nuestros cultivos, aumentando la cantidad de manzanas, de peras, de fresas, de semillas como el girasol que cosechamos. Y ese rol que ellos cumplen no puede ser reemplazado con insumos agrícolas o trayendo muchas colmenas de la abeja melífera.

Por ejemplo, las abejas van de una flor a otra buscando alimento. La mayoría de las abejas buscan polen y néctar, de esos alimentos ellas viven. Y al visitar la flor parte de ese polen les queda pegado en el cuerpo y luego van a otra flor y ese polen les cae… es decir, transportan polen de una flor a otra. Luego ese polen germina, llega al óvulo de la flor y se producen las semillas y frutos que nosotros comemos.

Nosotros somos parte también, agregamos nuestra parte pero todavía no encontramos formas de cubrir esas funciones. Y las formas que pensamos que las cubrían no las cubren.

– CONADU: Un poco lo que vos trabajaste es analizar la vida de estos insectos.

– LG: Nosotros trabajamos en 600 campos, en distintos lugares del mundo, en más de 20 países y evaluamos si la abundancia de estos insectos mejoraba la productividad. Y encontramos que sí, y eso era como una regla general en todo el mundo.

Además evaluamos si el rol positivo que tenían estos insectos podía ser reemplazado trayendo muchas colmenas de la abeja melífera. Es decir: si una especie que manejamos muy bien, como es la abeja melífera puede reemplazar el rol que tienen un montón de otras especies. Y encontramos que no, que la máxima productividad se daba cuando se tenía ambas cosas: abeja melífera pero también muchos de estos insectos silvestres. Vimos que los insectos silvestres son mucho más eficientes, en promedio.

– CONADU: ¿Por qué empezaron a investigar esta problemática? ¿Una demanda de los productores de la zona o una inquietud personal?

– LG: Una inquietud por tratar de desarrollar agricultura sustentable y también porque vemos que en muchos lugares del mundo estos insectos están desapareciendo. La abeja melífera es la más famosa y cumple un rol muy importante en la sociedad brindándonos miel y un montón de servicios.

Hay aproximadamente 20 mil especies de abejas. Es decir, hay otras 19.999 especies de abejas aproximadamente que también son importantes y cumplen un rol. Y nosotros encontramos que ese rol no es reemplazable.

– CONADU: ¿Te sorprendió que este trabajo sea considerado el descubrimiento del año 2013?

– LG: Sí, porque es de todas las áreas de las ciencias. Incluye medicina, astronomía, física, así que es algo muy importante. Nosotros ya habíamos tenido un reconocimiento porque este trabajo fue publicado en otra de las revistas más prestigiosas del mundo. Pero bueno, este premio pone al descubrimiento por encima de cualquier otro en todas las áreas de las ciencias. O sea, no se me borra la sonrisa.

– CONADU: Claro, me imagino… ¿Y trabajas con un equipo de gente también?

– LG: Sí, son 50 personas las que hicimos este trabajo. Tenemos muy buenos investigadores en muchas áreas. Todavía hay cosas por mejorar como siempre, pero no somos los mejores ni los peores.

– CONADU: ¿Tu carrera cómo ha sido? ¿Estudiaste en la Universidad de Río Negro?

– LG: Yo estudié en Buenos Aires y hace nueve años que vivo en Bariloche. Hace unos años doy clases en la Universidad de Río Negro y antes daba clases en la Universidad de Buenos Aires. Hice carrera en el CONICET, soy investigador adjunto y también trabajo para Naciones Unidas en temas de alimentación, pobreza y biodiversidad. Soy ingeniero agrónomo e hice un doctorado en ciencias agropecuarias. Es lo que me gusta y trato de focalizar mi trabajo en cosas que sean relevantes para la sociedad.

– CONADU: Sin duda que esta preocupación por lo sustentable está trascendiendo las fronteras para que pensemos cómo convivir mejor y cómo respetar la naturaleza.

– LG: Sí, los principales perjudicados vamos a ser nosotros, ni las abejas ni el mundo. El mundo ha demostrado tener bastante resiliencia con grandes extinciones, desapariciones de dinosaurios y cosas por el estilo. El tema es que nuestra supervivencia depende de funciones naturales y si no protegemos y cuidamos también esas funciones naturales vamos a estar en problemas.

Muchas veces, los sistemas agrícolas nos quitan un montón de cosas porque nos brindan productos agrícolas pero cualquier economista sabe que el sistema de mercado es imperfecto. Es decir, muchas veces las decisiones del agro —que se basan sólo en ganar mucha plata en poco tiempo— son perjudiciales para el mismo productor en el largo plazo y también para la sociedad.

Entonces, hay que hacer un balance en cuanto a las decisiones que se toman también en el agro y no solamente priorizar ganar mucha plata en poco tiempo, y eso también tiene que estar apoyado por el Estado y por el conjunto de la sociedad.

– CONADU:¿Cómo ves el apoyo del CONICET y del sistema científico estatal a este tipo de líneas de investigación?

– LG: Comparado con los ´90 el CONICET y el sistema científico ha crecido mucho, y hay muchas líneas de investigación aplicada, aunque quedan muchas cosas por mejorar todavía internamente. Pero hay una política más de apoyo, de interés y de valorización.

– CONADU: Vos sos un investigador muy joven pero ¿es una muestra de lo que está pasando? ¿Hay una apertura hacia los investigadores jóvenes o sos un caso raro dentro del sistema?

– LG: Yo entré por las vías normales a la carrera de investigador de CONICET. No hay ningún tipo de excepción en cuanto a mi edad ni los antecedentes. Son las vías normales de concurso y evaluación que hace el CONICET y la universidad.

Más allá de lo personal lo interesante es que este trabajo tiene aplicaciones concretas para el agro, encontramos algo que puede ser aplicado fácilmente y que puede ayudar a mejorar la sustentabilidad. O sea, producir en el corto pero también en el largo plazo y sería muy lindo que los resultados de esta investigación se puedan utilizar.

Entrevista hecha por Cristina Pauli y desgrabada por Gabriel Di Battista.