«El Gobierno muestra en sus políticas que no tiene sensibilidad con vocación de incluir en la universidad»

Red de Medios del Oeste (RMO): Preocupante la situación en las universidades…

Federico Montero (FM): Sí, así es, desde que asumió el gobierno de Macri lo que se ve en la evolución del presupuesto universitario es un paulatino y persistente recorte y desfinanciamiento en la asignación de recursos para el funcionamiento de las universidades públicas. Decreció en un porcentaje importante, alrededor de un 20% o 25%, afectando fundamentalmente el funcionamiento de las universidades públicas, los insumos, los laboratorios, etc.

Por otro lado, está la situación de los salarios de los trabajadores en las universidades. Los docentes hemos venido también retrocediendo en el poder adquisitivo del salario, como consecuencia de la inflación y del aumento de las tarifas. En esta coyuntura nos enfrentamos con una nueva paritaria donde el Gobierno está ofreciendo un 15%, que a todas luces implicaría resignar nuevamente poder adquisitivo de los salarios. Entonces, si sumamos el recorte presupuestario al tema salarial tenemos una crisis profunda en materia presupuestaria en la universidad.

RMO: ¿Qué busca el gobierno nacional con estos recortes en las universidades públicas?

FM: Este año se cumplen 100 años de la Reforma Universitaria que implicó un movimiento muy profundo de democratización de las universidades. Sucedió en 1918 en Córdoba. Este ideario de la Reforma implicaba la posibilidad de que la universidad pública sea un derecho para el conjunto de los ciudadanos de nuestro país, que implique la posibilidad de formarse, de tener un empleo mejor, pero también tener en las universidades el ámbito donde se produzca el conocimiento, que es un factor clave para el desarrollo nacional y para mejorar como sociedad. Toda esa función social que tiene la universidad pública en Argentina el Gobierno lo mira de otra forma, y espera que lo cumplan los sectores privados, las empresas y las universidades privadas fundamentalmente.

Entonces al recortar el presupuesto de las universidades públicas, al desmantelar el sistema de producción científica, al tratar que los salarios de los trabajadores docentes sean peores, lo que se busca es desprestigiar la universidad pública. Además, los pibes y pibas del conurbano y de un montón de sectores que vieron en los últimos años que se construían universidades públicas a las que podían acceder y volvían a tener el sueño de estudiar pierdan como horizonte de vida la posibilidad de tener un futuro mejor.

RMO: Estoy recorriendo el informe que emitió CONADU y encuentro también, entre otros puntos, una baja en las becas que otorgan en las universidades nacionales en el año 2017. Algo que estimamos que en 2018 va a seguir en la misma curva descendente. Ese es un botón de muestra de la problemática…

FM: Claro. Desde el punto de vista de la perspectiva de pensar que la universidad es un derecho, se necesita tener una universidad relativamente cerca de donde vivís y que sea gratuita. Pero sabemos que no alcanza. Con eso tenés garantizado el acceso, pero muchos jóvenes tienen que trabajar para poder estudiar y muchos incluso sin la posibilidad de trabajar necesitan un apoyo económico para comprar los útiles, para el boleto para llegar a la facultad. Entonces, si se recortan las becas lo que tiende a suceder es que esa perspectiva del derecho a la universidad se va perdiendo.

Este Gobierno muestra en cada una de sus políticas que no tiene una sensibilidad con vocación de incluir en la universidad, sino que con el discurso de la meritocracia lo que se encubre es que en realidad llegan los que tienen las posibilidades económicas de hacerlo. De esta forma, la universidad y la educación en vez de ser un factor de igualación social tienden a consolidar cada vez más las diferencias sociales.

Por eso nosotros peleamos por la defensa de la universidad pública, por el presupuesto para la universidad, por el salario digno para los docentes, pero también por un conjunto de políticas socio-educativas que les permitan a los pibes acceder a la universidad y que la universidad vuelva a ser un factor de movilidad social ascendente.

RMO: El PROGRESAR era una de esas becas o de esos apoyos que fueron positivos. ¿Cuál es la situación hoy?

FM: El PROGRESAR recibió un recorte muy grande. Uno 300 mil beneficiarios fueron dados de baja y no fueron reemplazados por otra política. Recordemos que el PROGRESAR se dirigía a un sector social que durante mucho tiempo se señaló como un factor importante a considerar por las políticas sociales que eran los famosos “Ni-Ni”: aquellos jóvenes que ni trabajan ni estudiaban. El PROGRESAR era una política social que como contraprestación a una ayuda económica apuntaba a que los jóvenes pudieran insertarse en el sistema educativo y de formación para el empleo. Tuvo una amplia repercusión hacia el final del mandato de Cristina Fernández.

El gobierno de Mauricio Macri cuando asumió lo recortó. Así, esos pibes que por distintas razones habían quedado por fuera del sistema educativo, que no habían logrado quizás acceder a un trabajo, lograban re-insertarse. Ahora, al recortarse estas becas, nuevamente son expulsados del sistema educativo y en un contexto social muy difícil.

RMO: ¿Cómo sigue la pelea?

FM: Nosotros no vamos a aceptar un techo del 15%. Recordemos que es la única paritaria educativa, porque el Gobierno dio de baja la paritaria docente que hoy se discute en cada una de las provincias. Las universidades públicas son la única responsabilidad directa que tiene el ministro Finocchiaro y el presidente Macri en cuanto a temas educativos. Por esa razón creemos que hay que señalar con claridad su responsabilidad frente a esta situación y exigirles que vuelvan a poner la universidad pública dentro de las prioridades de la Argentina.