«Derechos Humanos, Sindicalismo y Educación»

20131209_184739El Instituto de Estudios y Capacitación y la Secretaría de Derechos Humanos de CONADU organizaron ayer la mesa debate “Derechos Humanos, Sindicalismo y Educación”, que contó con la presencia del Dr. Norberto Liwsky, Presidente del Comité para la Defensa de la Salud, Ética y DDHH; Pablo Vassel, de la Unidad de Derechos Humanos del Consejo de la Magistratura; y de Gonzalo Cháves, integrante de Memoria Fértil.

La charla se inició con las palabras del Dr. Liwski mencionando que la revaloración por el campo de los derechos humanos ha demostrado que el país se sostiene por las reservas éticas, de verdad y justicia que ha marcado la historia. También manifestó que la lucha contra la impunidad ha tenido su máxima expresión con la apertura de los juicios de lesa humanidad, que se llevaron adelante por la labor de hombres y mujeres comprometidos con la lucha contra la impunidad.

La tarea de los juicios viene superando obstáculos estructurales, ya que mientras más distancia existe entre las jurisdicciones del país con la Capital Federal más dificultades se presentan. En ese marco, Liwsky se solidarizó con la reciente remoción de Pablo Vassel de su estratégico cargo, ya que deja visible que han surgido nuevos obstáculos que ponen en peligro la continuidad de la lucha contra la impunidad y una tensión política que pone en crisis la convicción democrática de un país. Y es ahí donde el rol de la educación y la universidad debe intervenir.

La universidad argentina si es publica está conectada con el pueblo, si es gratuita nadie puede quedar afuera de ella, y si es cogobernada tiene que tomar eficientes decisiones de gobierno. La universidad desconoce el grado de institucionalidad de la deuda que tiene con la sociedad. Hay que preguntarse por qué tantos no están, por qué los que quisieran estar no están. Liwsky manifestó que la universidad es un componente fundamental para difundir y promover los Derechos Humanos, y para ello la mayor garantía es acercarse a los sectores populares, a todos los niveles de la educación, y construir ciudadanía defendiendo valores democráticos y reconociendo que se alcanzaron estos 30 años de democracia por aquellos que han dado la vida, y que se fortalecerá con la convicción, formación y construcción de nuevas generaciones.

Por su parte, el Dr. Pablo Vassel ex secretario de Derechos Humanos de la provincia de Corrientes y hasta hace un mes Director de la Unidad de Derechos Humanos del Consejo de la Magistratura de la Nación, hizo referencia a que la Declaración de los Derechos Humanos ha tenido como antecedente la Declaración Americana de Derechos Humanos, que era abierta y protectora en materia de consagración de Derechos Humanos. Dicho instrumento fue promovido por integrantes de la Cancillería argentina, quienes eran dirigentes sindicales de Argentina. Es decir, el sindicalismo argentino ha sido gran generador y promotor de instrumentos y políticas de Derechos Humanos.

Vassel expresó también que cuando hablamos de democracia a veces se lo gráfica como solo un aspecto de índole electoral, cuando se trata de calidad de vida de nuestro pueblo y de avanzar en pos del reconocimiento y ejercicio de derechos. Su exposición culminó manifestando que cuando tengamos espacios propios podremos pensarnos a nosotros mismos, y evitar caer en luchas por intereses distintos y nos enfocaremos a luchar por motivos solidarios, equitativos, justos y democráticos.

Por último, Gonzalo Chaves, vicepresidente de Memoria Fértil y un legendario militante del movimiento obrero, manifestó que aun en la clandestinidad ha sido prioridad y principal preocupación para los hijos de aquellos que eran perseguidos, que estudiaran y se formaran.

Es así que no obstante las identidades cambiadas, daban continuidad a la educación de sus hijos incorporándolos al sistema educativo del lugar de residencia provisoria que tenían. Porque la educación de un pueblo, hace que este sea grande y pelee por causas justas.

Expresó que si al inicio de la democracia otra hubiera sido la historia, otra hubiera sido la memoria. Hay mucho por hacer aun por la construcción de la memoria, debe hacerse desde el presente y se construye desde lugares diferentes. Debemos construir la memoria desde la perspectiva de aquellos que se organizaron contra el horror. Y hoy en democracia tenemos las condiciones para hacerlo.

Si fuimos derrotados esto no significa el fin de la historia, sino que genera la posibilidad de construir otra historia, desde la democracia, desde las organizaciones y desde la proyección de nuevas generaciones.

>Marisu Liwsky